La concejala del Frente para la Victoria Nacional y Popular, Florencia Saintout, se reunió con la ONG Defendamos La Plata para preservar las casas Tudor Normandas. El municipio intenta demolerlas desde principios de año.
Las casas Tudor Normandas, construidas en 1927 sobre las calles 16 entre 62 y diagonal 75, podrían ser salvadas de las topadoras del intendente macrista Julio Garro si prospera un proyecto de ordenanza de la concejala Florencia Saintout.
La edil del Frente para la Victoria (FpV) Nacional y Popular se reunió hoy con miembros de la ONG Defendamos La Plata para coordinar acciones con el objetivo de preservar estas construcciones gemelas, que representan un estilo arquitectónico único en la capital bonaerense.
“Pese a la existencia de una ordenanza que prohíbe demoliciones, ampliaciones, cambios de uso y/o refacciones bajo cualquiera de sus formas en edificios cuya data original sea anterior al año 1930 inclusive, el gobierno de Garro autorizó la demolición con la justificación de que ‘no son parte del catálogo de inmuebles patrimoniales’”, explicaron en un comunicado.
En 2006 se creó un Catálogo de Bienes Inmuebles para preservar el Patrimonio de la ciudad. Si bien las casas Tudor Normandas no fueron incluidas en él, Saintout presentará un proyecto para que se incorpore como Bien Patrimonial de Interés Arquitectónico con Grado de Protección Estructural.
En este marco, la concejala pide a la Dirección de Preservación de Patrimonio que informe la actualización de los inmuebles que integran el catálogo de Patrimonio Arquitectónico del casco fundacional de La Plata.
También solicita que el Poder Ejecutivo informe los motivos por los cuales se autorizó la destrucción de las casas Tudor Normandas, contraria a la ordenanza 5442, en la que se prohíbe la demolición de edificios construidos antes de 1930.
La ONG “Defendamos La Plata” junto a vecinos realizaron acciones que permitieron suspender la demolición total de estos edificios, pero en enero de 2017, mientras el Concejo Deliberante estaba en receso, la empresa encargada de la obra logró derribar el techo y parte del piso de una de las casas.
“Cuando hablamos de patrimonio no hablamos sólo de la edificación, sino de la memoria de todos”, dijo el titular de la organización, Eduardo Karakachof, al considerar que “en la medida en que se mutila la ciudad se genera una ruptura de la memoria colectiva”.
Desde la ONG también expresaron su preocupación por la gran cantidad de asentamientos urbanos, que según el último censo ascienden a 134 en la ciudad.