“Este 8 de marzo paramos y marchamos, porque queremos decidir sobre nuestro propio cuerpo, porque queremos que se respete la elección de identidad de género y que no se criminalice la zona roja, prque no aceptamos más la violencia que se le ejerce a las compañeras trans, y queremos justicia por Pamela Macedo Panduro”, afirmaron desde esa facultad. “Vamos a marchar al grito de aborto legal, seguro y gratuito, le paramos a esta justicia xenófoba, machista y misógina, por la liberación de Milagro Sala y y porque se haga Justicia por nuestra compañera Emilia Uscamayta Curi”, agregaron.
Por Secretaría de Derechos Humano de la facultad de Periodismo y Comunicación Social- UNLP / El 8 de marzo conmemoramos el día Internacional de la Mujer Trabajadora en el mundo entero. En este día, que poco tiene que ver con festejar, convocamos a las mujeres internacionalmente a organizarnos contra el patriarcado, a rediscutirnos en nuestras prácticas cotidianas, y a convertir el día en un paro revolucionario.
Nos organizamos en asambleas en las plazas, en el trabajo las que podemos, de forma solidaria. Este miércoles las mujeres tomamos las calles, todas juntas decimos basta! Basta de misoginia, de violencia laboral, de violencia en el hogar, exigimos justicia, igualdad de derechos.
La violencia de género aumenta cada día y las cifras son desorbitantes. Paramos para ponerle freno a esa violencia no sólo física, sino también simbólica. La violencia hacia la mujer se ejerce de diferentes formas y se lleva sus vidas, todos los días: desigualdades laborales, desigualdades en los lugares de participación política, homofobia, transfobia, clausuras en los derechos sexuales y reproductivos, discriminación, xenofobia, entre tantas otras.
Las estadísticas son cada vez más alarmantes y dan cuenta de la gravedad de la cuestión: en Argentina cada 18 horas muere una mujer por violencia machista. En los últimos dos años se duplicó la cifra. Esto tiene que ver, también, con un vaciamiento de políticas de Estado que abordan e intervienen en la violencia de género. El ajuste que impulsó el gobierno de Mauricio Macri golpeó duramente sobre los diferentes espacios de salud y género del país.
No alcanza con repetir la consigna “Ni una menos”. Es necesario un presupuesto digno que permita trabajar de manera integral para erradicar la violencia de género y conservadora. Pero lamentablemente estamos lejos de esta realidad y está constantemente en riesgo el presupuesto del destinado al Consejo Nacional de las Mujeres.
Cuando se achica el poder de intervención de las políticas públicas y se produce el ajuste, las mujeres nos llevamos la peor parte, con remuneraciones más bajas en el orden del 30 % ante similares tareas, con mayores tasas de desempleo, las mujeres siempre somos las más perjudicadas en esta economía de mercado gobernada por los Ceos. Esta situación es invisibilizada por los medios de comunicación que con una misoginia inusitada pretenden disimular los avances en políticas de Estado durante el gobierno de la ex presidenta Cristina Kirchner, también duramente atacada por su condición de género, que acompañaron y aportaron al fortalecimiento de las luchas y los procesos populares.
Este 8 de marzo paramos y marchamos, porque queremos decidir sobre nuestro propio cuerpo. Porque queremos que se respete la elección de identidad de género, y que no se criminalice la zona roja. Porque no aceptamos más la violencia que se le ejerce a las compañeras trans, y queremos justicia por Pamela Macedo Panduro. Vamos a marchar por la absolución de Belén por sufrir aborto espontaneo, al grito de aborto legal, seguro y gratuito. Le paramos a esta justicia xenófoba, machista y misógina, por la liberación de Milagro Sala y todas las presas políticas de Jujuy y porque se haga Justicia por nuestra compañera Emilia Uscamayta Curi.
Con la fuerza militante de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo este día nos reuniremos en un abrazo gigante con todas las mujeres luchadoras que quieren vivir libremente, que no quieren ser hostigadas, que quieren ser respetadas en igualdad de condiciones y de oportunidades.
El miércoles llamamos a organizarnos, en las calles, en las casas, en las cárceles, en el trabajo, en las instituciones educativas, en todos los ámbitos que transcurramos: PARAMOS y DECIMOS BASTA, NI UNA MENOS.
Secretaria de Derechos Humanos de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata