La decana de la Facultad de Periodismo de la UNLP brindó una conferencia en la Asamblea Nacional. Se encuentra en Quito como observadora del proceso electoral que define al sucesor del presidente Rafael Correa.
Mientras se esperan los resultados finales de las elecciones presidenciales en Ecuador, para saber si finalmente se impone el candidato de Alianza PAIS, Lenín Moreno, o habrá segunda vuelta con el banquero Guillermo Lasso, la decana de la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Florencia Saintout, habló este lunes sobre “Verdad, medios de comunicación y política en América Latina”.
“A lo largo de siglos el poder de dominio en Occidente se ha encargado de quitar la historia. La verdad, sin la densidad de la historia, se vuelve plana. Como sentido común que no se cuestiona. Todo esto ocurre con una maquinaria comunicacional infinita que muestra día a día la legitimidad de unos ciertos prototipos físicos, de los dueños y patrones, y la ilegitimidad (incluso para vivir) de los no blancos, pobres, luchadores, no machos”, dijo Saintout al arrancar la conferencia en Quito, invitada por la Asamblea Nacional.
“Los oligopolios de medios –continuó- han sido los dueños de la doxa: de aquella verdad que no se discute. Vemos cómo la historia de estos medios y de las élites político-económicas en nuestra región mantienen un fuerte protagonismo en los procesos más terroríficos de nuestros pueblos. Hoy ya no se valen de la sangre derramada y, en su lugar, introducen su odio escudándose en los sentidos mezquinos de las instituciones, expresadas en el orden neoliberal. Esto lo hacen en una clara articulación con dos poderes que se presentan como imbatibles: la (in)justicia y los medios de comunicación”.
“Con ello se ponen cada vez más en riesgo las ciudadanías y nuestras democracias, toda vez que se postulan nuevos modos de estar juntos a partir de las lógicas del capital. Asistimos así a un momento histórico donde es imprescindible reflexionar sobre la articulación entre la verdad, los medios de comunicación, la política y la emancipación de nuestros países”, enfatizó la decana y concejala platense por el FpV Nacional y Popular.
Saintout, que se encuentra en Ecuador como observadora del proceso electoral, ofreció su primera charla el jueves pasado en la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), junto al sociólogo René Unda Lara y el comunicador Andrea de Santis.
En ese contexto, la académica realizó un recorrido por “cinco grandes estrategias de disciplinamiento de los medios hegemónicos, que se condicen con etapas históricas, pero que operan yuxtapuestas hasta nuestro presente” acompañadas, todas ellas, “por la idea insoslayable de que siempre ante el poder opresivo de las elites, se oponen poderes de resistencia”.
En primer lugar, se refirió a la categoría de “medios para la colonización”, en la que analizó las estrategias de apropiación y explotación de las elites desde la invasión europea en los siglos XV y XVI.
“Un extractivismo de los bienes materiales tan feroz sólo pudo efectuarse con diversas modalidades de represión física, económica y cultural”, sintetizó Saintout, y completó: “Cuando la conquista y el saqueo ya no pueden sostenerse vía ocupación directa y artillería, las elites consolidaron la defensa de sus privilegios económicos a través del instrumental de la cultura. Para ello cuentan con unas sofisticadas maquinarias de producción de subjetividad y de orden social: los medios de comunicación”.
Otra de las estrategias que analizó fue la de los “medios para el horror”, en la que reflexionó sobre las diversas dictaduras que se desplegaron en casi todo el continente: “En este nuevo orden cultural, escudado a fuego por la represión ilegal, el poder mediático hegemónico actuó como cuartel de inteligencia, sondeando y manipulando el ‘humor social’ (…) Este periodismo actúo con el carácter de un plan sistemático para legitimar el exterminio de un grupo social, consolidando el ocultamiento y la mentira como práctica cotidiana”.
“Los medios para la aceptación” fue la definición con la que analizó la llegada del neoliberalismo a la región, donde se encontrará el “punto cumbre” de la alianza de los medios y la elite. “Los sujetos neoliberales tendrán lugar a sus anchas en el presente continuo de los medios masivos”, dijo Saintout, y afirmó que “La estrategia de despolitización se complementa con la caricaturización de los políticos, la banalización de las luchas populares, la reducción de la movilización social al “caos en el tránsito”, la espectacularización del dolor del otro hasta adormecer la sensibilidad del espectador”.
“Los movimientos populares en la región, reponen historia y lenguaje que el neoliberalismo quitó a la verdad”, manifestó la decana al analizar la cuarta estrategia en la alianza de los medios con las elites: “los medios para la desestabilización”.
“Cuando los gobiernos populares pudieron sortear las crisis económicas e incluso crecer muy a pesar de las oligarquías locales, las derechas comenzaron a afianzarse en lo que fue su herramienta más eficaz: las campañas de desprestigio”, consideró.
Finalmente, llegó al último y actual estado de esa relación, que son “los medios para la hiperconcentración”. En este punto analizó la lealtad de los medios de comunicación cuando las elites político-económicas llegan al poder, como en el caso de nuestro país. “Lo que hay es negación de la verdad con conciencia de ello. Y lo hacen con el aparato mediático más poderoso de la historia por su carácter oligopólico y transnacional. Lo que produce un infernal acto de violencia”, remarcó.
Para Saintout, “frente a las tan mentadas epistemologías de la devastación con las que se institucionalizó el campo de la comunicación en América Latina, es necesario recuperar aquellas tradiciones para las cuales lo crucial era la construcción de un saber/poder para una vida más justa”.
“Como decía Walsh, ‘la verdad se milita’”, recordó la decana y afirmó que, “para romper el círculo vicioso del cinismo, la desconfianza y la desesperanza”, hay que “luchar contra la corriente, contra el pensamiento hegemónico, contra lo establecido, contra la censura, la deslegitimación y la banalización. Pero, particularmente, para que la verdad tenga sentido necesita del otro”.