“Los orres ya están hartos de morfar salame y pan y hoy quieren morfar ostras con sauternes y champán. Aquí ni Dios se va a piantar el día del reparto a la romana y hasta tendrás que entregar a tu hermana para la comunidad…Y vos que amarrocás vintén sobre vintén, la plata que ganás robando en tu almacén. Y vos que la gozás y hacés el parisién, y sólo te tragás el morfi de otros cien…”. Ya se cantará, aunque hoy se sepa que, desde el Ministerio de Transporte evalúan la implementación de la «tarifa multimodal», aunque no quisieron precisar cuánto costará el pasaje. La consecuencia del cambio sería una suba de más del 50 por ciento. El nuevo aumento se sumará al aplicado el año pasado, cuando el boleto pasó de 3 a 6 pesos. La suba del boleto llegaría en medio del incremento del resto de los servicios públicos como el de la luz, con subas de entre el 61 y el 148 por ciento según el nivel de consumo eléctrico; los peajes, que aumentaron hasta 269,2 por ciento para los camiones y 120 por ciento para los autos; y los combustibles, un rubro donde el litro de nafta súper alcanzó los 18 pesos y el de Premium, 21. En cuanto a la tarifa de gas, el Gobierno nacional prevé un nuevo ajuste del 50 por ciento a partir de abril.
De todas formas, todavía cantamos, y cantaremos: “caminante son tus huellas el camino y nada más. Caminante, no hay camino se hace camino al andar. Todo pasa y todo queda. Pero lo nuestro es pasar. Pasar haciendo camino. Caminos sobre la mar. Nunca perseguí la gloria. Ni dejar en la memoria. De los hombres mi canción. Yo amo los mundos sutiles. Ingrávidos y gentiles. Como pompas de jabón. Me gusta verlos pintarse de sol y grana. Volar bajo el cielo azul. Temblar súbitamente y quebrarse. Nunca perseguí la gloria. Caminante son tus huellas el camino y nada más. Caminante, no hay camino se hace camino al andar. Al andar se hace camino. Y al volver la vista atrás. Se ve la senda que nunca. Se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar. Hace algún tiempo en ese lugar. Donde hoy los bosques se visten de espinos. Se oyó la voz de un poeta gritar. Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Golpe a golpe, verso a verso. Murió el poeta lejos del hogar. Le cubre el polvo de un país vecino. Al alejarse, le vieron llorar, Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Golpe a golpe, verso a verso. Cuando el jilguero no puede cantar. Cuando el poeta es un peregrino. Cuando de nada nos sirve rezar. Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Golpe a golpe, verso a verso”.
Y quiera el diosito del cielo – una forma de decir, claro – que nos atrape el tango y les cantemos a estos tipos algo así como: “Cachorro de bacán, andá achicando el tren; los ricos hoy están al borde del sartén. El vento del cobán, el auto y la mansión, bien pronto rajarán por un escotillón. Parece que está lista y ha rumbiao la bronca comunista pa’ este lao; tendrás que laburar pa’ morfar…¡Lo que te van a gozar! Pedazo de haragán, bacán sin profesión; bien pronto te verán chivudo y sin colchón. ¡Ya está! ¡Llegó! ¡No hay más que hablar! Se viene la maroma sovietista. Los orres ya están hartos de morfar salame y pan y hoy quieren morfar ostras con sauternes y champán. Aquí ni Dios se va a piantar el día del reparto a la romana y hasta tendrás que entregar a tu hermana para la comunidad…Y vos que amarrocás vintén sobre vintén, la plata que ganás robando en tu almacén. Y vos que la gozás y hacés el parisién, y sólo te tragás el morfi de otros cien…¡Pa’ todos habrá goma, no hay cuidao…!Se viene la maroma pa’ este lao: el pato empezará a dominar…¡cómo lo vamo’ a gozar! Pedazo de haragán, bacán sin profesión; bien pronto te verán mangando pa’l buyón. Letra de “¡Se viene la maroma!, un tango 1928, de Enrique Delfino y Manuel Romero
Pero retomemos. El Ministerio de Transporte evalúa un cambio en la modalidad de la tarifa de colectivo lo que incluirá un fuerte incremento en el precio del pasaje. Según trascendió a la prensa el boleto pasaría a costar alrededor de diez u once pesos, un incremento de más del 50 por ciento.
El aumento que el Gobierno tiene en carpeta se acumula en los bolsillos de los pasajeros con la suba de 2016, cuando el pasaje pasó de tres pesos a 6,50. Desde la cartera que conduce Guillermo Dietrich confirmaron que están estudiando los costos del transporte y la posibilidad de una “tarifa multimodal”, aunque prefirieron no hablar del monto ni fecha de un posible aumento.
El propio Dietrich había adelantado en mayo del año pasado, cuando participó del Foro de Transporte, en Alemania, un cambio en el esquema tarifario que traería aparejado un nuevo aumento. «Estamos trabajando en una tarifa multimodal, no es fácil”, dijo entonces el ministro de Transporte, para quien el proceso de integración de colectivos, subtes y trenes llevaría dos años. La tarifa multimodal plantea la posibilidad de conectar entre diferentes medios de transporte con un único boleto.
La suba del boleto llegaría en medio del incremento del resto de los servicios públicos como el de la luz, con subas de entre el 61 y el 148 por ciento según el nivel de consumo eléctrico; los peajes, que aumentaron hasta 269,2 por ciento para los camiones y 120 por ciento para los autos; y los combustibles, un rubro donde el litro de nafta súper alcanzó los 18 pesos y el de Premium, 21. En cuanto a la tarifa de gas, el Gobierno nacional prevé un nuevo ajuste del 50 por ciento a partir de abril.
En línea con el promedio de diez pesos que podría costar la tarifa plana para viajar en transporte público, el gobierno porteño también prevé un aumento del subte porteño, cuyo pasaje pasaría de 7,50 a 10. La información trascendió después de que Subterráneos de Buenos Aires convocara a audiencia pública para validar el aumento y luego la suspendiera aludiendo que el llamado “fue un error”.