La decana de la Facultad de Periodismo de la UNLP abrió un panel sobre “Medios, Justicia y Poder”, donde se debatió sobre los ataques a gobiernos populares y las persecuciones políticas que ponen en grave peligro las democracias en la región.
En el marco del Curso Introductorio al ciclo lectivo 2017 que se desarrolla en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, la decana Florencia Saintout recibió hoy a la periodista y directora del portal Nuestras Voces, Gabriela Cerruti, y al ex ministro de Justicia de la Nación, Julio Alak.
Al abrir la charla sobre “Medios, Justicia y Poder”, Saintout consideró “imprescindible” que se reflexione sobre estos temas “en momentos de tanta desinformación”.
“En los últimos años se ha conformado un tridente feroz, peligrosísimo para nuestras democracias compuesto por la pata del poder financiero, los medios de comunicación y el sector dominante dentro de la justicia”, dijo y agregó que “ese tridente ha actuado sistemáticamente contra los gobiernos populares, desestabilizándolos y, cuando no ha podido hacerlo a través de elecciones, han sido un agente central para los golpes de Estado”.
En este sentido, reflexionó sobre las próximas elecciones en Ecuador del 19 de febrero, donde “la continuidad de la Revolución Ciudadana está siendo una vez más atacada por este tridente, por este brazo que pega a los más humildes, a los más necesitados de justicia que siempre han sido olvidados”.
Al analizar la creciente judicialización de la política y la persecución a líderes políticos y sociales de América Latina, Saintout sostuvo que “no es que han sido los medios de comunicación o el periodismo en abstracto, sino que se ha construido un sistema de poder que es elitista, clasista, antidemocrático y machista para ser usado en contra de los gobiernos populares y la militancia”.
“Ese poder construido en el tacho de basura de la historia fue usado contra aquellos gobiernos que lucharon contra el machismo, por la democratización de la palabra, que dieron lugar a los más olvidados de la tierra”, remarcó y llamó a organizarse por “un mundo donde entren todos y todas”.
Para la decana, “esa persecución que estamos sufriendo no nos tiene que convertir en víctimas, porque como víctimas no hay mucho que podamos hacer, sino que de ahí, en todos nuestros pueblos de la región, tenemos que sacar las fuerzas para enfrentar a esos poderes que lo único que quieren es producir capital para unos pocos, un mundo donde entren pocos”.
A su turno, la directora del portal Nuestras Voces, Gabriela Cerruti, agradeció la invitación de la Facultad y dijo que “es bueno saber que cuando el enemigo es tan claro, estamos todos del mismo lado”.
“Cuando se piensa el sistema republicano de gobierno se piensa con el Poder Ejecutivo, votado por los ciudadanos, el Poder Legislativo, votado por los ciudadanos, y el Poder Judicial que es la forma en que el poder y los conservadores se plantan en algún lugar para ver de qué manera van a poder frenar lo que las democracias populares decidían”, analizó Cerruti, y añadió que, en ese momento, la prensa surge “a favor del pueblo como una manera de imponer las ideas y de dar la batalla”.
“El gran problema que tenemos de un tiempo a esta parte es que, desde que la prensa se piensa como un cuarto poder, nos encontramos con que tenemos dos poderes votados por el pueblo y dos que no son elegidos por el pueblo pero que son los que concentran los recursos económicos, las herramientas institucionales para permanecer en las estructuras de poder y son los que cada vez más intentan imponer a la sociedad qué es lo que se puede hacer y lo que no”, agregó la ex legisladora porteña.
“Una de las patas fundamentales de la República y la Democracia tenía que ser la información como un servicio público porque el voto universal estaba garantizado si el ciudadano estaba bien informado”, dijo Cerruti y explicó que “estamos hoy en una democracia donde los ciudadanos no se pueden informar porque muchas veces lo que informan esos medios concentrados no es lo que pasa en la realidad sino lo que conviene a sus negocios e intereses”.
“La justicia y los medios de comunicación en Argentina no siempre están haciendo lo que dice el partido gobernante, muchas veces le imponen al partido gobernante lo que tiene que hacer”, añadió.
Por otro lado consideró que “la batalla que tenemos por delante contra estos poderes fácticos que hoy volvieron al poder es fenomenal y nos volvemos a encontrar con los mismos que venimos combatiendo desde 1880”.
Además, consideró que “así como en los 90’ las ‘joyas de la reina’ eran las empresas del Estado que se privatizaron, esta vez parecen ser los recursos naturales lo que vinieron a buscar”. “Durante esos años, nosotros como periodistas comenzamos a judicializar la política a través de nuestras investigaciones, pero hoy se ha llegado al extremo de absurdo en el que la justicia le dice a los medios qué publicar”, agregó.
Finalmente analizó el estrecho vínculo entre los principales medios de comuinicacion y el gobierno, y sostuvo que “el acuerdo que tienen Clarín y La Nación no es un acuerdo de pauta publicitaria, es un acuerdo de país”. En este sentido, ejemplificó con la gran cantidad de licitaciones que ganó el Grupo Clarín en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como contratista del Estado, donde ocupa el tercer lugar de los más beneficiados.
“Es cierto que tenemos que transformar la Constitución y la Justicia, pero es fundamental que generemos un cambio en la sociedad porque los jueces son permeables al poder económico, pero también son permeables al poder popular; el pueblo tiene que ser capaz de imponerle a los jueces lo que tienen que hacer, mientras no lo hagamos el camino va a ser difícil”, concluyó.
Por su parte, el ex ministro de Justicia de la Nación, Julio Alak, manifestó que sólo existe una confrontación clara a lo largo de toda la historia que se da entre el poder económico y el poder popular.
“Hablar de poderes del Estado es un error porque solo hay dos poderes: el poder que está en el pueblo y el poder económico; no deberían llamarse poderes, sino funciones, porque si les llamamos poderes estamos negando que el verdadero poder está en el pueblo”, argumentó.
Además, afirmó que “la lucha es milenaria, ha tenido avances y retrocesos, pero eso no quiere decir que ninguno de nosotros vaya a cambiar de bando; el poder económico no se va a resignar a que vayamos hacia un mundo de iguales”.
En este sentido, el también ex intendente de la ciudad de La Plata, expresó que la justicia fue creada por el poder económico y esta finalmente se adaptó a él. Según Alak, así se explica la convalidación por parte de la justicia de todos los golpes de Estado que se realizaron en nuestro país.
“Luego de la dictadura de 1976, el poder económico no podía usar más el aparato militar para filtrar la voluntad popular por el repudio y el descrédito a ese procesos sangriento, y el instrumento que encontraron para hacerlo fueron los medios de comunicación”, analizó.
“El poder judicial tiene un déficit democrático”, dijo Alak y cuestionó la creación en 1994 de “un Consejo de la Magistratura que implica que la justicia se retroalimente por sí misma y el pueblo la sostenga sin participar de ella; no cuestiono su existencia, pero en su conformación debería haber una preeminencia del poder popular”.
Antes de cerrar su intervención, el ex ministro propuso tres ejes sobre los cuales pensar una posible democratización de la justicia: en primer lugar, una conformación del máximo tribunal del país más amplio, ya que “una Corte con más miembros es más difícil de manipular que una Corte pequeña”; en segundo lugar, una modificación en la conformación del Consejo de la Magistratura; y por último la creación de un tribunal constitucional “que impida que un juez trabe durante años leyes sancionadas por el Congreso, como sucedió con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual”.
“El desafío sigue siendo luchar por una democracia plena, avanzar hacia un poder judicial que se asemeje más al pueblo y que los medios de comunicación sean finalmente democratizados”, concluyó.