El primer dato surge del reciente informe de CIFRA, un centro de estudios y formación en temáticas vinculadas con el desarrollo económico, la evolución del mercado de trabajo y las problemáticas sociales, perteneciente a la CTA, y el segundo es en el que coinciden los expertos a partir de los efectos del desempleo formal sobre el informal; el mismo que señaló días atrás en entrevista con un diario de la Capital Federal, el secretario del gremio de Dragado y Balizamiento y cabeza de la poderosa Confederación Argentina Trabajadores del Transporte, Juan Carlos Schmid, también uno de los secretarios generales de la Confederación del Trabajo junto con Carlos Acuña y Héctor Daer.
“Este informe presenta la evolución de las principales variables del mercado de trabajo y la distribución del ingreso en el último año, y en particular desde la asunción del nuevo gobierno, de acuerdo con los últimos datos disponibles”, dice el documento de CIFRA.
Se destaca la pérdida de puestos de trabajo registrados en el sector privado, que fue de 127.905 puestos entre el 4° trimestre de 2015 y el 3° trimestre de 2016, lo que representa una caída del 2,0%. Si bien en los últimos meses del año las reducciones fueron de menor magnitud, no es posible afirmar que se hayan detenido.
Las mayores caídas de puestos de trabajo registrados en ese período se dieron en la industria y la construcción, en paralelo a la reducción en el nivel de producción de esos sectores.
Es importante resaltar que todos los sectores al interior de la industria han mostrado una disminución en el número de puestos de trabajo, sin excepción, y que los últimos datos disponibles muestran que este proceso no se había detenido hacia el mes de noviembre.
La caída de puestos de trabajo registrados en el sector privado se explica mayormente por el comportamiento de las grandes empresas ya que, en términos relativos, las empresas más pequeñas tendieron a preservar más el empleo.
A su vez, prácticamente la totalidad de las provincias registraron caídas en la cantidad de puestos de trabajo registrados en el período analizado. Se vieron particularmente perjudicadas Tierra del Fuego, Santa Cruz y San Luis.
Los salarios de los trabajadores registrados sufrieron una importante pérdida de poder adquisitivo, dado que crecieron por detrás de la inflación. La caída fue del 6,5% interanual en noviembre de 2016.
En este contexto, la pérdida de poder adquisitivo fue particularmente intensa para los trabajadores de menores ingresos lo que determinó un aumento en la desigualdad entre los ocupados.
Como consecuencia del menor salario real y menor empleo, los asalariados vieron disminuida su participación en el valor agregado, que pasó del 38,0% al 35,5%.