La presentación penal contra Pablo Bressi la hizo el ex titular de la Superintendencia de Seguridad Mar del Plata, Marcelo Di Pasqua, quien lo vinculó con una banda que operaba en la zona sur del Conurbano. Su relación con el crimen organizado viene siendo señalada desde que Vidal y Ritondo lo pusieron al frente de la Bonaerense.
El comisario Marcelo Di Pascua denunció hoy al máximo jefe de la Policía de la provincia de Buenos Aires, Pablo Bressi, de los delitos de encubrimiento, omisión funcional de perseguir una organización vinculada con el narcotráfico, incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad.
Según la presentación penal radicada en la Fiscalía 6 de La Plata, a cargo de Marcelo Romero, Bressi protegió a una organización que vendía estupefacientes en la villa “El Pantano”, en Monte Grande, partido de Esteban Echeverría.
Di Pascua, ex titular de la Departamental Mar del Plata, fue pasado a retiro luego de que la gobernadora María Eugenia Vidal lo vinculara con el narcotráfico, pero un fallo judicial de diciembre pasado ordenó su reincorporación al considerar que la decisión de separarlo de la fuerza no tuvo fundamentos.
En su denuncia, sostuvo que Bressi instauró desde que asumió como jefe de la Bonaerense “una política de persecución y de hostigamiento funcional a todos los policías que teníamos cabal y concreto conocimiento de las maniobras delictivas que, en su momento, había desplegado para encubrir la red de narcotraficantes que actuaba en la zona de Lomas de Zamora”.
El policía indicó a medios marplatenses que presentó copias de la denuncia ante la Dirección de Asuntos Internos y la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados de la Provincia, y pidió que la instrucción sea llevada a cabo por la Procuración General de la Suprema Corte. .
Bressi fue recomendado a Vidal y a su ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, por la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), que en América Latina actúa como punta de lanza para la desestabilización de gobiernos que no se subordinan a Washington y, lejos de combatir el narcotráfico, se queda con el monopolio de la producción, venta y distribución de la droga.
Desde que asumió al frente de la Bonaerense, las acusaciones por sus vínculos con el crimen organizado fueron creciendo no sólo desde sectores de la oposición, sino también entre los propios aliados del macrismo, como Elisa Carrió, quien señaló a Bressi como uno de los principales cómplices del narcotráfico.
“Trasladó una forma de trabajo que ya venía implementando desde su época como superintendente de Drogas Ilícitas, que consistía en arreglar con grandes narcos para liberar zonas a cambio de una suma de dinero estipulada y que, de vez en cuando, entregasen un ‘laburo armado’, es decir un lugar con mucha droga, con una persona dentro para responsabilizar”, disparó la diputada nacional de Cambiemos a mediados del año pasado.