Luego del temporal del domingo que devastó al cordón frutihortícola de La Plata, que venía en crisis desde el año pasado por las medidas económicas de Cambiemos, los productores continúan en busca de soluciones para paliar su situación. Tuvo lugar este martes una reunión de los productores con senadores de la provincia de Buenos Aires del FPV y del PJ, y con concejales platenses de los mismos espacios políticos. En la mesa junto a los campesinos y representantes de las organizaciones que los nuclean, estuvieron el senador Juan Manuel Pignocco; los concejales Guillermo Nano Cara, Gabriel Bruera y Pedro Borgini.
Sergio Dumrauf, representante de la Corriente Agraria Nacional y Popular (Canpo) presente en el encuentro, dijo a Contexto que la idea de la reunión fue plantear “la situación de desastre” y la necesidad de declarar la emergencia o estrategias que le den una mano a los productores cuya “condición es dramática”, para así buscar tener mayores respuestas a los reclamos.
“Se plantearon dos cuestiones -dijo Rumlauf-: salvar lo que se pudiese, trabajando con Edelap para que arregle los desperfectos o que aporte por el momento generadores que permitan tener luz y así regar para no perder toda la producción. Y en segundo lugar pedir la emergencia tanto municipal como provincial, que permita generar otras herramientas como financiamiento, no pago de impuestos y rebajas en Edelap para paliar la situación”.
Las posturas evaluadas ayer en la reunión serán acercadas a los productores de cara a la reunión que tendrán el jueves con funcionarios municipales y provinciales.
La tormenta profundizó las dificultades que el sector venía atravesando. Algunas de las localidades perjudicadas del cordón son Abasto, Etcheverry, El Peligro, Colonia Urquiza, Arana, El Pato, Parque Pereyra. El temporal arrasó el 80% de los invernaderos -mayor manera de producir en la zona-, las hortalizas de campo, las viviendas, maquinarias y automóviles. Además, como tantísimos otros puntos del Gran La Plata, se encuentran sin luz ni agua para consumo humano y de riego para los pocos cultivos que sobrevivieron.
Durante el año pasado, las medidas del macrismo pusieron en jaque a los pequeños y medianos productores, lo que produjo los reclamos de “verdurazos” para exigir políticas públicas.
La presión inmobiliaria por la suba de precios para alquilar los terrenos, los tarifazos energéticos, la disparidad de los precios entre el productor y el consumidor, la falta de créditos blandos, la inflación sobre los insumos para la producción y los costos de los invernaderos fueran las principales adversidades que venían enfrentando.
“Veníamos mal desde hace un año y con la inclemencia del tiempo, tenemos un 80% de pérdidas y en algunos casos del 100%”, dijo a Contexto Nazario Ramos, presidente de la cooperativa agropecuaria Nueva Esperanza de Lisandro Olmos.
“El temporal nadie se lo esperaba pero fue la gota que rebalsó el vaso porque ya veníamos con problemas con los tarifazos y la inflación de las semillas, agroquímicos, maderas, plásticos y alquileres de los terrenos”, dijo a Contexto Gilma Gallardo, integrante de la Asociación Tierra Fértil.
El lunes, en medio de la desesperación por ver destruido su trabajo y sus viviendas por los fuertes vientos, los productores cortaron parcialmente la Ruta 2 a la altura de El Peligro.
Allí la Mesa de Productores de La Plata, Berazategui y Florencio Varela tuvieron un encuentro con autoridades municipales, provinciales y nacionales, quienes sólo les ofrecieron rollos de nylon para el rearmado de los invernáculos. “Con rollos de nylon no hacemos nada”, dijo Gilma Gallardo.
Los productores lo rechazaron y pidieron un subsidio de 100 mil pesos para cada uno, para poner nuevamente en producción media hectárea. El resultado fue un cuarto intermedio hasta el jueves al mediodía, cuando tendrán una nueva reunión, para previamente hacer relevamientos y evaluar qué medidas de emergencia efectuar.
El cordón frutihortícola de La Plata es el más importante del país. Según datos de investigadores de la Facultad de Cs. Agrarias y Forestales de la UNLP y el Conicet, la mayor concentración de producción está dedicada a los cultivos de tomates y pimientos, con unos 30 quinteros medianos y grandes que se reparten el 50% de la producción, mientras que el resto de las hortalizas recae en agricultores familiares que trabajan el 80% de esa producción.