¿Qué puede expresar un gobierno hijo de genocidas? Cinismo puro. Para Juan José Gómez Centurión, director de la Aduana, los centros clandestinos de detención fueron “lugares descentralizados donde se generó un modelo caótico de conducción de la guerra». El relato macrista del olvido atropella fuerte a la historia que escribió la sangre de los 30 mil desaparecidos.
Por Carlos López / «Yo no creo que (la dictadura) haya sido un plan para hacer desaparecer una persona”. Así de simple se construye un relato del olvido. Juan José Gómez Centurión, ex militar y actual jefe de la Aduana, es el nuevo vocero macrista para escribir una historia que sólo es posible en los sueños de los globos de Cambiemos.
Resulta ser que ahora para Gómez Centurión, la última dictadura cívico-militar que dejó 30 mil compañeros desaparecidos, no fue “un plan sistemático” ni tampoco “un plan para desaparecer personas”, según expresó la pasada semana en América TV. Además, volvió a insistir que «no es lo mismo ocho mil verdades que 22 mil mentiras».
¿Acaso se puede dudar de la destrucción de las familias de los hombres y mujeres golpeados, torturados, asesinados y desaparecidos? Para Cambiemos al parecer sí. Porque desde el relato que instaló el presidente Mauricio Macri, ya no es necesario hablar de la dictadura, ya no es necesario recordar. Este pensamiento gorila lo expuso a la perfección Gómez Centurión cuando ubicó como sistemático al plan de exterminio nazi, pero no así a la dictadura comandada por Jorge Rafael Videla. Para los hombres del gobierno de eso se trata, de hablar de “desgracias” y no de desastres económicos provocados por gobiernos saqueadores; de hablar de “sinceramiento” en vez de pobreza; de “guerra” en lugar de desaparición forzada, tortura y asesinato con los aparatos del Estado.
«Lo que pasó fue un caos. La descentralización de la lucha generó un plan caótico, no sistemático. Sistemático fue (el centro de exterminio nazi) Auschwitz. Fue un modelo caótico lo que ocurrió en los ‘70, fue una desgracia», remató en este sentido el ex militar.
Tales declaraciones no hicieron más que levantar una ola de repudios y rechazos inmediatos. Ante tanto descontento de propios y ajenos, Gómez Centurión se atrevió luego a una falsa disculpa pero reivindicando el pensamiento, como si un perdón podría borrar semejante confirmación de fascismo desde las entrañas del propio gobierno de Mauricio Macri.
Además, los diputados nacionales del Frente para la Victoria rápidamente presentaron una denuncia contra el hijo de Luis Carlos Gómez Centurión, gobernador de facto en Corrientes durante la dictadura militar, entre los años 1976 al 1981. La presentación por los dichos del director de la Aduana el domingo pasado, ya fue radicada en el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 5, a cargo de Marcelo Martínez de Giorgi, y se sustenta en el incumplimiento del artículo 213 del Código Penal de la Nación, por apología del delito, el cual prevé entre 30 días y un año de prisión.
El jefe del bloque en la Cámara de Diputados, Héctor Recalde, aseveró que “la justicia federal deberá intervenir, procesar y condenar”. La denuncia apunta a reclamar la “remoción” de Gómez Centurión. Asimismo, la resolución detalla que “las repugnantes expresiones del señor Gómez Centurión negando el genocidio, el plan sistemático desplegado por la dictadura cívico-militar y calificando de mentirosos a las instituciones nacionales e internacionales y a los organismos de derechos humanos, víctimas y familiares de las víctimas del terrorismo de Estado no admiten posturas contemplativas ni falsas disculpas”.
“Son la negación de la historia, de sentencias firmes pasadas con autoridad de cosa juzgada, dictadas por tribunales que gozan de prestigio y respeto. Producto de procesos ejemplares que son orgullo de la Argentina en el mundo. Las expresiones del funcionario del Poder Ejecutivo ofenden a la sociedad argentina”, agrega el texto que rápidamente se esparció por la Cámara de Diputados, donde los legisladores advirtieron que se tratan de “expresiones del pensamiento del gobierno de la Nación”.
Por consecuente, la denuncia penal que pide el procesamiento del funcionario macrista, reafirma que “el pasado 5 de diciembre se cumplieron treinta años de la histórica sentencia dictada por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de Capital Federal, en el Juicio que se le siguió a las Juntas Militares (Causa N° 13/84). Gómez Centurión, en su carácter de funcionario público no puede desconocerla.
De la misma manera, los legisladores de Nuevo Encuentro, Delia Bisutti y Sergio Zurano –titular del bloque-, presentaron una segunda demanda penal radicada en el Juzgado Criminal y Correccional Federal Penal N° 4, a cargo del juez Ariel Lijo, ya que “las declaraciones de Gómez Centurión defienden y justifican la violación del orden constitucional y el accionar criminal de las fuerzas armadas en cada uno de los hechos por los cuales la justicia ya se ha expedido”.
En línea con esto se expresaron los organismos de derechos humanos. La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto subrayó que “los planes sistemáticos existieron, las cárceles clandestinas existieron, los propios genocidas lo confiesan”, y reclamó la inmediata renuncia del titular de la Aduana y la consecuente acción de la justicia. En la misma línea se expresaron Hebe de Bonafini, Taty Almeida y Nora Cortiñas, y el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
Como en un retroceso a años de Aramburu y Videla, Gómez Centurión, entre tantos de sus dichos fascistas en televisión, le contestó a la periodista Romina Manguel: «Vos estás diciendo que fue un plan genocida, yo no comparto esa visión de la historia. Fue una reacción desmedida combatiendo un plan de toma del poder concretamente», afirmó.
Los organismos y las organizaciones políticas que luchan hoy en día por defender las causas de los trabajadores, quienes defienden a los más desprotegidos y piden a gritos que cese el saqueo macrista, podrían preguntarle a Gómez Centurión: ¿Cuántas visiones hay de la historia?
Todo esto nada menos que después de que Macri apuntara todos los cañones a ejecutar una política del olvido, en su afán por borrar la historia. Es que la mayoría de sus hombres y mujeres de poder estuvieron vinculados con los años más oscuros de la historia argentina. Además, el presidente ya quiso este año trasladar los feriados del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia y el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, pero se volvió a encontrar con la resistencia de un pueblo con memoria.
El gobierno de Mauricio Macri inventa una tras otra mentira para aplicar políticas neoliberales, o en todo caso para desviar la atención mediática de esas políticas, preparando el terreno de un año electoral. Los que defendieron la dictadura, hoy la ocultan. Es tarea de la justicia que hombres como Gómez Centurión sean procesados por apología de delitos de lesa humanidad, y será a su vez tarea del pueblo argentino no ocultar ni el pasado oscuro, ni el presente sin progreso, cada día más atrapado entre saqueadores y fascistas.