Organismo de Derechos Humanos, militantes políticos y sociales, concejales del FpV como la platense Florencia Saintout, intendentes peronistas, gobernadores y hasta socios de Cambiemos se manifestaron en contra de semejante provocación que huele a lo que fue, beneplácitos para con la dictadura genocida. Pero sobre todo primaron dos lecturas realizadas desde el propio oficialismo: el masivo rechazo social al decretazo y el aglutinamiento del peronismo en un mismo sentido. Ayer AgePeBa adelantaba esta información desde su cuenta en Twitter.
El gobierno anunció anoche que “para evitar división” y “en pos de la unidad de los argentinos” dictará un nuevo decreto de necesidad y urgencia que restablecerá como inamovibles el Día de la Memoria, por la Verdad y a Justicia, el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas y también el 20 de junio, Día de la Bandera. Sólo el aniversario de la muerte de Martín Miguel de Güemes, el 17 de junio, quedó afuera del recule de Cambiemos.
Florencia Saintout y los demás concejales del Frente para la Victoria Nacional y Popular y los organismos de Derechos Humanos habían decidió presentar mañana un proyecto de ordenanza para que la Municipalidad de La Plata declare asueto administrativo los días 24 de marzo – Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia- y 2 de abril -Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas-.
El gobierno de Cambiemos lanzó “una provocación a la memoria de las víctimas de la dictadura genocida que instauró el golpe de estado el 24 de marzo del 76, y a los soldados héroes que combatieron y dieron su vida en las Islas Malvinas”, decía un comunicado de prensa dado a conocer el sábado en La Plata.
Los intendentes bonaerenses que decidieron no acatar el decreto macrista son Juan Ustarroz (Mercedes), Francisco Durañona (San Antonio de Areco), Pablo Zurro (Pehuajó), Gabriel Katopodis (San Martín), Ariel Sujarchuk (Escobar), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Juan Zabaleta (Hurlingham), Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Fernando Gray (Esteban Echeverría).
En el resto del país se manifestaron en la misma forma jefes comunales como los de Resistencia, Jorge Capitanich; de Rosario, Mónica Fein; de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares; de Río Grande, Gustavo Melella; y de Ushuaia, entre otros; y a ellos se sumaron gobernadores como los de La Pampa, Carlos Verna; de Chubut, Mario Das Neves; y Córdoba, Juan Schiaretti, este último cercano a Macri.
“Es una buena noticia porque conseguimos nuestro objetivo, que el Presidente recapacite, pero nos queda un sabor amargo. De todas formas, que se haya dado marcha atrás es un ejemplo de la tenacidad del pueblo”, dijo la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto.
El movimiento de derechos humanos fue el primero en denunciar como una “provocación” el decreto que le quitó el carácter de inamovible al feriado nacional que estableció el Congreso en 2006. Un grupo de 16 organismos advirtió que era un intento de vaciar de significado la fecha que simboliza el terrorismo de Estado y de obstaculizar las masivas movilizaciones que se realizan en todo el país en cada aniversario del último golpe de Estado. “El presidente tiene que recapacitar; él gobierna para el pueblo así que escucharlo por una vez no lo afectaría, más bien lo enaltecería”, había explicado ayer en PáginaI12 la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
Entre la dirigencia política los rechazos iniciales surgieron de intendentes peronistas del conurbano. Gabriel Katopodis, de San Martín, anunció que dispondría asueto municipal, decisión que replicaron luego una veintena de jefes de comunales bonaerenses y también del interior del país: Jorge Capitanich (Resistencia, Chaco), Esteban Piaggio (Gualeguaychú, Entre Ríos) y los fueguinos Walter Vuoto (Ushuaia) y Gustavo Melella (Río Grande), que extendieron el asueto al 2 de abril.
Los gobernadores peronistas Mario Das Neves (Chubut) y Carlos Verna (La Pampa) hicieron lo propio para que los empleados públicos de sus provincias no se vieran afectados por la decisión presidencial, que el mismo viernes comenzó a recibir cuestionamientos de aliados del gobierno. El diputado Raúl Alfonsín calificó como “una incomprensible banalidad” el cambio por decreto del Día de la Memoria, el gobernador cordobés Juan Schiaretti lo mencionó entre los feriados que “no pueden ser cambiados” por son “fundacionales” y el secretario de Derechos Humanos bonaerense, Santiago Cantón, advirtió que la decisión se debió consensuar con los organismos de derechos humanos.
Finalmente ayer se sumó el pronunciamiento de la conducción radical. “Estamos conversando con el gobierno y a través de nuestros legisladores. Comprendemos la preocupación de diferentes instituciones”, dijo el presidente del comité nacional, José Corral. “Imagínese la importancia que tiene esta discusión para los radicales que somos quienes de algún modo lideramos el Juicio a las Juntas y el período de transición a la democracia con Raúl Alfonsín”, explicó y reclamó al gobierno que integra que “acepte las miradas” que rechazan la banalización de la historia. El diputado Mario Barletta, por su parte, sugirió que la medida sobre el 24 de marzo “se puede revisar” y admitió que le “hizo ruido” mover el aniversario de la muerte de Manuel Belgrano, aunque respaldó la decisión de eliminar los “feriados puente” para que “se garanticen los 180 días de clases”. El ex candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, también se pronunció ayer. “Que no nos divida lo que nos une. Mantengamos inamovibles los feriados del 24 de marzo y del 2 de abril”, reclamó.
Anoche, con Macri descansando en Chapadmalal, llegó finalmente el anuncio de la marcha atrás oficial, resumido en dos oraciones: “El Gobierno Nacional dictará el próximo lunes un DNU rectificador con la decisión de establecer la inamovilidad de los feriados del 24 de Marzo, 2 abril y 20 de Junio. La decisión fue tomada por el Presidente Macri luego de escuchar las diferentes opiniones que se suscitaron sobre el tema, convencido que era la mejor decisión para evitar división y seguir trabajado en pos de la unidad de los argentinos”.