¡Hasta dónde la mediatización sin límites de lo político es dañina de alma para cualquier proyecto popular! Los periodistas que dicen estar contra Macri salieron a celebrar las observaciones hechas por el FMI a la situación política argentina. En el mejor de los casos son ingenuos, o ignorantes. Anoche en un programa de TV el dirigente histórico del radicalismo Leopoldo Moreau puso los puntos sobre las íes: es irrelevante, dijo, el Fondo sólo quiere que el gobierno de Cambiemos vaya al pié.
Fue en el programa nocturno de C5N que conduce Gustavo Silvestre. Moreau, lúcido exponente de un militancia de años, para nada improvisada, quien critica con fiereza a Mauricio Macri, alertó sobre aquella cierta ingenuidad y recordó que las columnas que el actual ministro Nicolás Dijovne escribía en el diario La Nación y complementaba con sus intervenciones en un espacio de TN, los lunes por la noche, reproducían a rajatabla las propuesta del FMI.
Todo comenzó porque, como resume este martes el diario Página 12, “el Fondo Monetario Internacional admitió ayer su decepción por la evolución de la economía argentina en 2016, pese a sus generosos elogios por el cambio de orientación que impuso el gobierno de Mauricio Macri. El organismo difundió ayer la actualización de su documento sobre las perspectivas de la economía mundial para 2017. Allí afirmó que la Argentina es uno de los países de América latina que “defraudó” con la tasa de crecimiento en el segundo semestre del año pasado. La entidad había celebrado las medidas de ajuste ortodoxo de Cambiemos; en particular, la fuerte devaluación de diciembre de 2015, la liberación de los controles cambiarios y la devolución de retenciones al complejo agropecuario. Pero ahora ubicó al país junto con Brasil entre las economías de peor performance de la región. Las autoridades del Fondo indicaron que el escenario para economías emergentes empieza a complicarse por los cambios de mando en Estados Unidos, tras la victoria de Trump.
El FMI calculó que el crecimiento de Latinoamérica será de 1,2 por ciento en 2017, cuando en su anterior informe lo había ubicado en 1,6 por ciento. “En América latina, la revisión a la baja refleja en gran medida una menor expectativa de recuperación a corto plazo en Argentina y Brasil tras cifras de crecimiento que defraudaron las expectativas en torno al segundo semestre de 2016, condiciones financieras más restrictivas y vientos en contra más fuertes para México debido a la incertidumbre relacionada con Estados Unidos, así como el deterioro ininterrumpido de la situación en Venezuela”, precisó el organismo. Aún no actualizó la proyección hecha en septiembre pasado para la Argentina, cuando estimó una contracción del 1,8 por ciento del PIB en 2016 y una suba del 2,7 por ciento para 2017.
Y también conviene leer con atención lo que sigue, tomado del mismo artículo de Página 12: “El organismo a cargo de Christine Lagarde está en el radar de los funcionarios del Gobierno. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, dijo hace menos de tres meses que si el país se enfrenta a un peor escenario financiero, por el aumento de la tasa de interés para tomar deuda en los mercados de capitales internacionales, el Fondo podría ser una fuente de financiamiento barata por hasta 25.000 millones de dólares. La cifra representa más del 60 por ciento de las reservas del país. El FMI, pese a la buena sintonía con el macrismo, no fue optimista con la situación económica del país e incluso lo ubicó entre los mercados emergentes donde se observan las mayores tensiones de actividad. “El panorama de economías de mercados emergentes sigue siendo diverso. La actividad fue más débil de lo esperado en algunos países de América Latina que están atravesando una recesión, como Argentina y Brasil, así como en Turquía, cuyos ingresos por turismo sufrieron una profunda contracción”, indicó el documento del Fondo”.