El Estado sigue siendo cómplice de la violencia de género, del maltrato sistemático y hasta del asesinato de mujeres, simplemente víctimas por su condición de tal. Cristian Pilotti, inicialmente acusado de tentativa de femicidio, terminó siendo condenado en diciembre pasado por lesiones graves a 3 años y 9 meses de prisión por golpear salvajemente a su ex pareja Victoria Montenegro, completará la pena en su casa. Así lo hizo saber una resolución de la Justicia en Mar del Plata, que consideró el tiempo que el joven pasó en prisión y su buena conducta para otorgarle el beneficio. En la resolución judicial se aclara que Pilotti “se encuentra habilitado en términos temporales” para la libertad asistida y durante el tiempo que pasó privado de su libertad, su conducta fue «ejemplar diez”, claro, en la cárcel no podía pegarle a las muejres.
Asimismo, entre los considerandos, se explica que el condenado “posee un grupo familiar contenedor que recibiría al mismo en el domicilio aportado, y que cuenta con una oferta laboral concreta, además que él mismo ha cursado satisfactoriamente los estudios primarios y secundarios”. Asi consigna el por tal marplatense 0223.
El juez estableció una serie de requisitos para que Pilotti pueda recibir este beneficio. En la resolución, a la que accedió 0223, indica que Pilotti no podrá ausentarse del domicilio fijado por más de 24 horas, sin aviso o autorización previa. Además, el magistrado le da 60 días para que el joven adopte un «oficio, industria, arte o profesión».
Lógicamente, deberá estar sometido al control del patronato de liberados y si comete algún nuevo delito el beneficio se le revocará. Además, la justicia le pidió que no consuma bebidas alcohólicas, ni estupefacientes, ni concurrir a fiestas o eventos nocturnos, más allá de algún encuentro familiar. Tal cual se había establecido en la sentencia, Pilotti deberá realizar un tratamiento psicológico y psiquiátrico.
Finalmente, la resolución del juez establece que no podrá acercarse a menos de 300 metros de Victoria Montenegro, o a algún miembro de su familia, incluida su actual pareja y su hijo por nacer.
Victoria Montenegro, de 25 años, fue brutalmente golpeada por quien fue su novio desde los 17, Cristian Darío Pilotti -Pilo-, y permaneció internada durante tres días a raíz de las lesiones.
El hecho ocurrió el miércoles 7 de enero de 2015 a la noche, en una fiesta que se realizaba en las playas de Destino Arena, en el sur de Mar del Plata. Allí estaba Victoria junto a un grupo de amigas cuando, de entre la multitud, apareció Pilo, la tomó del cuello y la sacó a los golpes hasta el sector del estacionamiento.
-¿Así que bailás como una putita? No vas a bailar más, te voy a matar-, le gritaba.
De lo que sucedió ahí, Vicky se acuerda apenas algunas escenas: él la golpeaba en la cara, le pateaba las costillas y las piernas; ella gritaba, pedía ayuda; un patovica decía que no se podía meter y miraba para otro lado. Silencio.
Cuando Vicky despertó, iba en el auto de Pilloti; él hablaba por teléfono con alguien. Le pedía que lo ayudara, decía que se había mandado una cagada. Como pudo, Victoria se reincorporó y le rogó que la dejara ir, entonces él cambió la dirección y la bajó en la casa de un amigo de la chica. Y se fue. Hay testigos que confirman que volvió a la misma fiesta de Destino Arena, con la remera aún manchada con sangre de Vicky.
Apenas unas horas después, Victoria hizo la denuncia en la Comisaría de la Mujer, aunque se desvaneció antes de terminar el relato. Los médicos de la clínica Pueyrredón que la atendieron confirmaron que la joven había sufrido fractura de tabique, tenía partido el hueso del globo ocular en tres partes, además de cortes y hematomas en la cara y el resto del cuerpo. Por las lesiones, estuvo tres días internada y aunque el sábado le dieron el alta, deberá continuar con un tratamiento ambulatorio.
Un cirujano del centro médico fue categórico: -Un golpe más y perdías el ojo. O peor: te mataba.
A cinco días de la brutal paliza, Vicky cree que si esa noche no hubiese terminado internada y con múltiples fracturas, ahora andaría por ahí, con los moretones tapados con maquillaje. “Si bien hace bastante que no estábamos juntos, nunca dejamos de vernos, de salir a tomar algo. Siempre fue muy celoso, controlador y aunque otras veces me había agredido, jamás lo había hecho de esta manera”, contó este lunes a 0223.
Pilotti tiene 25 años y trabaja como conductor de un camión en el Ente Municipal de Vialidad, que dirige Santiago Bonifatti. “No es la primera vez que recibo violencia de su parte, pero no había tomado conciencia de que me podía matar. Un moretón se tapa con base y nadie se dá cuenta. ¿Sabés como me siento ahora? ¿Viste cuando uno va caminando y patea una piedrita? La piedrita rueda y se detiene, hasta que uno vuelve a patearla. Yo me siento como la piedrita”, dijo.