El flamante ministro de Finanzas, Luis Caputo, seleccionó los bancos colocadores en el mercado internacional que participarán de la emisión de bonos de deuda que el gobierno busca concretar antes de la asunción de Donald Trump. Se trata de los bancos Santander, BBVA Francés, Citibank, Deutsche Bank, HSBC y el J.P. Morgan, quienes aconsejaron al equipo de Caputo que aprovecharan el actual escenario de tranquilidad en el mercado financiero antes de que las resoluciones del futuro presidente estadounidense puedan generar incertidumbre y volatilidad.
¡Oh bendita casualidad! Caputo es otro integrante del gabinete que cuenta con un amplio desempeño en los mercados financieros y pasos por JP Morgan y el Deutsche Bank, cuya filial argentina presidió entre 2003 y 2008. Ademas, condujo la administradora de fondos comunes de inversión Axis, fue jefe de Trading para Europa del Este y América Latina del Deutsche Bank en Londres entre 1998 y 2003, y jefe de Trading de América Latina para JP Morgan en Nueva York entre 1994 y 1998. Había jurado el cargo de secretario de Finanzas hace poco más de un año, para acompañar la gestión del ministro saliente. Previamente, y al igual que su antecesor, Alfonso Prat Gay, fue ejecutivo del JP Morgan: fue jefe de área de Trading de Bonos y Acciones en Argentina entre 1994 y 1998. El «Toto» Caputo, de 51 años, hincha de River, es otro ex alumno de Newman, como Prat Gay y el presidente, Mauricio Macri. Es licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires y profesor de Economía y Finanzas en el Posgrado de la Universidad Católica Argentina, casado y tiene seis hijos. Durante su gestión, a comienzos de año se encargó de la negociación con los fondos buitre en Nueva York.
El ministro Caputo también adelantó el miércoles que el monto de la emisión en dólares «será en función de la demanda y de las tasas ofertadas, ya que las colocaciones de bonos se harán en diferentes tramos”. Señaló que se están explorando otros financiamientos alternativos a la colocación de bonos, con lo que estima que la emisión será de aproximadamente 5 mil millones de dólares.
“De conseguirlos, lograría asegurarse la primera parte de los 43.000 millones de dólares que el Gobierno necesitará para refinanciar deudas existentes y financiar el déficit fiscal de 2017, que el mismo Caputo precisó que equivale a 20.000 millones de dólares”, señalaba ayer La Política On Line (LPO).
Además de la deuda externa, este enero tendrá la primera licitación de Letras del Tesoro (Letes) este jueves. Se trata de dos instrumentos en dólares: uno a 91 días por 1.000 millones de dólares y el otro por 500 millones de dólares más a 182 días.
La suscripción para ambos títulos puede realizarse en dólares o en pesos a 15,8575 pesos por dólar. Para la letra a 13 semanas, el precio de suscripción es de 992,58 dólares por cada 1000 dólares, mientras que en el caso del título a 26 semanas es de 983,81 dólares. Ambas Letes se colocarán por licitación pública y amortizarán íntegramente al vencimiento.
Además de la licitación de este jueves, habrá otras dos jueves por mes, al menos por los primeros tres meses. Según el calendario de licitaciones difundido por el Ministerio de Finanzas Públicas, las siguientes serán el 26 de enero, 16 de febrero, 2 de marzo, 16 de marzo y 30 de marzo de 2017. Los lunes siguientes a cada licitación, serán las colocaciones.
El banco JPMorgan Chase & Co inició su apuesta para convertirse en la entidad “top” a principios de 2015, según detalló la agencia Bloomberg. El país pasó a ser el “mayor emisor de bonos de deuda en mercados emergentes”.
En la nota, titulada «La gran apuesta de JP Morgan por Argentina está empezando a pagar», la agencia especializada destacó que el banco de inversión inició su apuesta para convertirse en una de las compañías más importantes para el país comenzó «a principios de 2015».
Según indicó, la Argentina se convirtió ahora en el «mayor emisor de bonos de deuda en mercados emergentes este año, con casi 25 mil millones de dólares» colocados. En ese contexto, JP Morgan se convirtió en la principal entidad colocadora.
Bloomberg destacó que en seis meses, JP Morgan colocó deuda pública y privada argentina por unos 4 mil millones de dólares, algo por encima del Deutsche Bank, el HSBC y el Citi.
Lisandro Miguens, un argentino que es jefe de mercado de capitales Latinoamericanos para JP Morgan, señaló que «incluso cuando la situación en Argentina era difícil, el banco continuó apostando por el país».
«Nos hemos estado preparando para este cambio durante el año pasado. Agregamos empleados, analizamos la situación con los holdouts y pasamos más tiempo visitando clientes», subrayó Miguens, quien señaló que en lo que va del año el banco ya contrató 450 empleados más.
El ejecutivo evaluó que la emisión de bonos de deuda argentina, tanto pública como privada, llegará a los 30 mil millones de dólares durante este año.
Bloomberg destacó que «varios funcionarios top del área de Finanzas en Argentina también han trabajado en JP Morgan» y que «la lista incluye al ministro de Finanzas Alfonso Prat-Gay, el secretario de Finanzas, Luis Caputo, el subsecretario de Finanzas, Santiago Bausili y el jefe de gabinete del Ministerio, Vladimir Werning».
Por su parte la entidad financiera fue uno de los bancos extranjeros que le prestó al país 5 mil millones de dólares en enero y que participó de la colocación de deuda récord de 16,5 mil millones de dólares en abril, según destacó Bloomberg.
La eliminación del plazo mínimo de 120 días de permanencia en el país que regía para las inversiones financieras era el último requisito del JP Morgan antes de incorporar bonos argentinos a su indicador de referencia de los mercados emergentes. La decisión de sumar tres títulos en pesos al denominado Indice de Bonos de Gobierno-Mercados Emergentes (GBI-EM, por sus siglas en inglés) se concretará en febrero. El indicador es utilizado como guía por fondos de inversión que administran más de 185.000 millones de dólares. Por eso, la incorporación de un país en ese listado anticipa un influjo significativo de capitales hacia ese mercado. Esa dinámica se observará incluso cuando el peso que tendrán los papeles emitidos por Argentina será 1,16 por ciento. Pero la incorporación del país en el GBI-EM tras el perfeccionamiento de los mecanismos para la especulación financiera de corto plazo dispuesta por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, no solo estimula el ingreso de fondos especulativos. Al profundizar el proceso de reinserción en el mercado e inflar la demanda de los bonos locales, la decisión del banco estadounidense contribuye a reducir los costos de financiamiento externo del país. El timing no podría ser mejor. El ministro de Finanzas, Luis Caputo, pretende colocar antes de fin de mes bonos en moneda extranjera por hasta 10 mil millones de dólares.
El desempeño de muchos fondos de inversión se evalúa en comparación contra los retornos arrojados por alguna de las canastas de bonos de referencia elaboradas por bancos de inversión como el JP Morgan. Así, cuando los bonos emitidos por un país son sumados al índice, el responsable de determinar dónde invertir balancea su portafolio para comprar esos títulos y garantizar una rentabilidad promedio que no resulte en una sangría de clientes. Cuando esa dinámica sucede con bonos que ofrecen altas tasas de interés en dólares y los títulos son emitidos por un país que desmanteló su marco regulatorio, entonces es esperable un incremento en la demanda de los activos financieros y una reducción en el costo del financiamiento. El montaje de una autopista financiera amplia, señalizada y sin peaje no solo promueve operaciones especulativas de corto plazo que pueden resultar en corridas cambiarias y movimientos bruscos del tipo de cambio sino que amplifica la vulnerabilidad de esas economías a shocks externos.
Los índices GBI-EM fueron lanzados por el JP Morgan en Junio de 2005 y son utilizados como referencia por fondos de inversión con más de 185 mil millones de dólares. Son el principal grupo de indicadores que monitorean activos gubernamentales en moneda local de 18 países emergentes entre los que figuran Brasil y Chile. El JP Morgan informó que los bonos en pesos con vencimiento en 2021, 2023 y 2016 fueron los elegidos para sumarse al GBI-EM como resultado de “una serie de medidas implementadas recientemente para facilitar el acceso de los inversores extranjeros al mercado de cambios y al mercado de títulos de deuda pública”.
La consagración del JP Morgan a la rehabilitada bicicleta financiera será complementada por la incorporación de los bonos del país al resto de esa familia de indicadores elaborada por el banco que retroalimentará los flujos de capitales de corto plazo dirigidos hacia activos locales. Caputo y Dujovne trabajan para que las acciones argentinas vuelvan a ser miembro de los índices Morgan Stanley Capital International (MSCI) en junio. Seguidos por fondos que suman 1,4 billones de dólares, Argentina fue desplazada de esos indicadores en 2009. Las regulaciones a la entrada y salida de capitales que ampliaron el margen de maniobra para hacer frente a la crisis le valieron entonces la expulsión del universo de los mercados emergentes. La eliminación de las barreras para los movimientos de corto plazo que solo buscan maximizar su rentabilidad le permitirá a Macri concretar la operación retorno para disimular con anabólicos financieros la ausencia de las inversiones extranjeras genuinas.