La Cámara de Diputados la sancionó por sólo 166 votos a favor, 5 en contra y 2 abstenciones. El bloque del Frente para la Victoria se retiró antes del debate en señal de protesta al considerar que se trata de “un retroceso” que resguarda los “intereses de las grandes corporaciones”.
La reforma del Impuesto a las Ganancias fue convertida en ley esta tarde con el apoyo de Cambiemos, el Frente Renovador, el bloque Justicialista de Diego Bossio y Oscar Romero, el Movimiento Evita y el interbloque liderado por Margarita Stolbizer y Alicia Ciciliani, reuniendo un total de 166 votos.
El Frente de Izquierda se manifestó en contra, mientras que los legisladores de Compromiso Federal, y Alcira Argumedo, de Proyecto Sur, se abstuvieron.
Por su parte, los diputados por el Frente para la Victoria (FpV) se retiraron del recinto antes de iniciarse el debate al considerar que el proyecto que llegó con media sanción del Senado es un “retroceso” e insistir con la iniciativa que había sido votado por todo el arco opositor el 6 de diciembre, finalmente descartada tras las negociaciones del gobierno de Mauricio Macri con Sergio Massa, el triunvirato de la CGT y los gobernadores.
El jefe de la bancada del FpV, Héctor Recalde, explicó que el proyecto aprobado es “un retroceso” y que “está demostrando a quién le cargan lo que se llama el déficit público: se lo cargan a los trabajadores, a los jubilados y a los monotributistas porque no quisieron tocar ninguno de los intereses de las grandes corporaciones”.
El proyecto descartado elevaba a 44.000 pesos el mínimo no imponible para los casados con dos hijos y a 34.500 pesos para los solteros, beneficiando a un millón de trabajadores. La ley sancionada, en cambio, modificó las escalas para sacar del pago del impuesto a unos 400 mil trabajadores, ya que el piso del mínimo no imponible será de 37 mil pesos para los casados con dos hijos y de 27.941 para los solteros.
“Látigo, billetera y ciertos operativos hicieron, junto a las necesidades fiscales también, que haya un nuevo acuerdo que no es bueno”, remarcó Recalde.
Si bien Cambiemos tuvo que resignarse a una escala superior a la que pretendía en un principio, al final consiguió varios de sus objetivos, como eliminar la creación de dos impuestos previstos en el proyecto opositor: a las mineras y a la renta financiera. Una parte del costo fiscal se cubrirá con un aumento del impuesto al juego y otro del 15 por ciento al dólar futuro especulativo, por única vez.
La pérdida en la recaudación en las arcas provinciales por la reforma de Ganancias será compensada por el Gobierno nacional, que les repartirá parte del porcentaje de coparticipación que le corresponde por ese mismo tributo. Esto le sirvió al Ejecutivo para conseguir el respaldo de buena parte de los gobernadores peronistas, sumado a las provincias mineras que también rechazaban volver a gravar la actividad luego de que Cambiemos les otorgara a las multinacionales ese beneficio por decreto.