Desde la asunción de Cambiemos se agravó la situación en 0,7 puntos. En el Noroeste del país alcanza al 40,3% de la fuerza laboral activa, mientras que en Cuyo al 36,7%. Son las zonas más críticas.
Luego de un año de despidos masivos y recesión económica, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer hoy la tasa de informalidad laboral.
Cerca de cuatro millones de trabajadores no están registrados formalmente y por ende carecen de toda cobertura social. Esto equivale a un tercio de la fuerza laboral (33,8 por ciento), sobre una Población Económicamente Activa (PEA) de 18 millones de personas.
Dentro de esa cifra el 8,5 por ciento se encuentra desocupado, el 24,6 por ciento realizan sus labores en forma independiente, y el 75,4 por ciento son asalariados. Este último conjunto contiene a unas 12 millones de trabajadores, de los cuales cuatro millones está en negro.
La tasa se mantuvo estable durante los últimos años, pero entre 2015 y 2016 mostró un avance de 0,7 puntos a partir del deterioro de la actividad económica que se vive con el gobierno de Mauricio Macri.
La peor situación se sigue observando en el Noroeste (NOA), donde alcanza al 40,3 por ciento de la fuerza laboral activa, mientras que en Noreste (NEA) afecta al 34,8 por ciento. En la región de Cuyo la tasa de empleo informal es de 36,7 por ciento.
En el Gran Buenos Aires el trabajo no registrado abarca al 33,7 por ciento de los empleos, mientras que en la región pampeana se ubica en 33,3 por ciento.
La Patagonia es la zona del país con mejor situación en el mercado laboral, donde el porcentaje de trabajo «en negro» cae al 17,5 por ciento.
La informalidad laboral tiene más fuerza en los aglomerados de más de 500 mil habitantes donde alcanza a 34,7 por ciento, contra 29,4 por ciento en los de menos de 500 mil habitantes.