“Hacemos responsable a esta comisaría, al Estado provincial y al nacional de la total desidia que hay, del abandono que tienen nuestros compañeros. No hay centros de salud, no hay agua corriente, no hay luz, las ambulancias no entran, no hay ningún tipo de servicio. El total abandono por parte del Estado produce que este tipo de mafias operen en los barrios en convivencia con los narcotraficantes”.
La muerte César Méndez del Movimiento Popular La Dignidad ocurrió en la noche del jueves, en Moreno. Denuncian a narcos que buscan apropiarse de la zona donde se erigen barrios populares. Ayer por la tarde, sus compañeros realizaron una protesta.
Darío Iki Julián, de esa misma organización dijo a La Izquierda Diario que “el asesinato del compañero Cesar Méndez ocurrió el jueves a la madrugada, el compañero es parte del movimiento popular la dignidad (MPLD), en su casa funciona el merendero Santa Rosa. Los narcotraficantes quisieron tomar uno de los terrenos y salieron nuestros compañeros a protegerlo, se pudo proteger. En represalia después tirotearon la casa y uno de esos tiros mató a nuestro compañero
En la tarde del viernes, sus compañeros y familiares se manifestaron frente a la Comisaría Cuarta de Moreno. “Hacemos responsable a esta comisaría, al Estado provincial y al nacional de la total desidia que hay, del abandono que tienen nuestros compañeros. No hay centros de salud, no hay agua corriente, no hay luz, las ambulancias no entran, no hay ningún tipo de servicio. El total abandono por parte del Estado produce que este tipo de mafias operen en los barrios en convivencia con los narcotraficantes”, dijo Darío Iki Julián.
“La Policía también está implicada en esto. Es más, hace dos semanas, un oficial atropelló a dos pibes y el patrullero no tenía seguro, no tenía patente, no tenía registro, no tenía nada. Los dos pibes murieron, nadie se enteró, nadie sabe de eso, es una comisaría que ayuda a profundizar la desigualdad que hay en el barrio y es el garante de esa desigualdad”, añadió.
El 15 de febrero pasado el sitio Vamos a Volver informaba que “un puntero del Pro atentó contra la vida de Darío Iki Julián, militante de la Confluencia Movimiento Popular La Dignidad Tupaj Katari OPSA, durante una asamblea de vecinos y vecinas que se realizaba en Villa Celina, partido de La Matanza.
“Un puntero del PRO, ligado al Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) y que responde a Ivan Kerr y a Emilio Basabilvaso, luego de interrumpir la asamblea con gritos y amenazas diciéndole a nuestro compañero que se deje de joder con las tierras del barrio Vicente Lopez y Planes, le disparó un tiro en el pecho que pone en peligro la vida del compañero”, sentenciaron en la cuenta de Facebook del Movimiento Popular La Dignidad. Las balas en el pecho de Iki fue la consecuencia de un largo y complejo conflicto que incluye al Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC), a una Sociedad de Fomento que le da la espalda al barrio y realiza negocios privados, y la Comisaría N°11, de Villa Celina, que es cómplice por omisión de las numerosas denuncias anteriores”, añadió Vamos a Volver, denunciando que detrás de los hechos se esconden los negociados inmobiliarios.
“Villa Celina nació en los años sesenta, como un barrio transitorio para erradicar las villas en la entonces Capital Federal. Años más tarde, esas tierras fueron del Banco Hipotecario, que luego se las vendió al IVC. A su vez, el IVC las cedió a la Sociedad de Fomento. La Sociedad de Fomento articula a su vez con la Cooperativa de Vivienda Lozana, quien comenzó un proceso de pre urbanización. Sin consulta previa empezaron a levantar las tierras y taparon los pluviales de desagote natural del barrio. Así, cualquier mínima lluvia provoca que el barrio se inunde por completo. A partir de las protestas por las inundaciones hubo cortes de la General Paz varias veces, la organización de los vecinos se fue profundizando, se sumaron denuncias para que el municipio fumigue por el dengue, porque las inundaciones hacen que se llene de mosquitos. Y en ese contexto, empezaron a recibir amenazas de la Comisaría N° 11, de la Sociedad de Fomento y de la misma Cooperativa. Por eso el viernes por la noche, la Asamblea era concurrida: contra una Sociedad de Fomento que supo ser importante para los vecinos, pero terminó constituyéndose como un negocio privado. “La cerraron y armaron canchas de fútbol que subalquilan a Coca Cola, a Pepsi y a Quilmes, a las fábricas, para que hagan recreación; y el barrio queda afuera”, cuenta un militante barrial. En paralelo, en el barrio se fue tejiendo la organización y estaban por inaugurar un Jardín Comunitario. Quien disparó es “conocido en el barrio porque es el que garantiza las movidas pesadas”, irrumpió la asamblea y disparó contra el militante, provocando una perforación en su pulmón, rozando el hígado. El pronóstico era reservado y debió ser intervenido quirúrgicamente para que le extraigan la bala, pero ya se encuentra estable. El sábado distintas organizaciones políticas y sociales se acercaron al Hospital Santojanni –donde aún se encuentra internado Iki, ya en habitación común– para expresar su solidaridad y donde se realizó una conferencia en repudio de lo sucedido. Hoy por la tarde, a las 17, en Roca y General Paz se realizará una movilización para visibilizar el conflicto y para plantear que “la organización va a vencer al miedo”, escribía entonces ese mismo sitio.