“Este título por sí mismo no vale nada sin esto, porque vale con la fraternidad, vale con la unión, vale la fuerza, valen las ganas que tenemos de cambiar esto, vale con el compañerismo”, dijo el profesor Rubén Dri al recibir el martes el título Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de La Palta (UNLP), acompañado por la decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, Florencia Saintout, la decana de la Facultad de Trabajo Social, Alejandra Wagner, y la vicepresidenta del área académica de la UNLP, Ana Barletta.
El destacado filosofo y fundador de la Teología de la Liberación brindó en ese marco la conferencia magistral titulada “La construcción del poder popular en la coyuntura actual de nuestra Patria”, en la que reflexionó en torno a la conformación del sujeto, la construcción de poder y el reconocimiento del otro sujeto como tal.
El emotivo acto, que se llevó a cabo en una colmada aula anfiteatrada Rodolfo Walsh de esta casa de estudios, contó también con la presencia de el decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Carlos María Naón; la decana de la Facultad de Bellas Artes, Mariel Ciafardo; la decana de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas, Alicia Cruzado; el Secretario General de UNLP, Leonardo González; el Secretario de Extensión de la UNLP, Leandro Quiroga; las prosecretarias de Derechos Humanos y de Políticas Sociales de la UNLP, Verónica Cruz y María Bonicatto respectivamente; los integrantes del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres, Paco Olveira y Carlos Gómez; integrantes del Colectivo de Teología de la Liberación Pichi Meisegeier; la madre de Miguel Bru, estudiante de periodismo asesinado y desaparecido en 1993 por la Policía Bonaerense, Rosa Schonfeld de Bru; el periodista Lalo Panceira; entre otros referentes de movimientos cristianos, académicos, políticos, sociales, culturales, estudiantiles y de Derechos Humanos.
Florencia Saintout agradeció a los presentes y celebró la entrega del título a Rubén “que es este intelectual, este militante, este compañero que no ha tenido ningún temor en ser este compañero del barro y de la esperanza”.
La decana consideró que “hubo compañeros que comprendieron que había dos iglesias: una iglesia de arriba hacia abajo, autoritaria, una iglesia que estaba con los pocos y que tenia cono misión controlar a los muchos, que en esos años estaba en las camas de tortura y era cómplice y coautora del golpe más sangriento de la historia argentina; pero también había otra iglesia, que era la que estaba en la vida cotidiana, que estaba desparramada entre cada uno de nosotros, que nos pertenecía, una iglesia del Jesús de Nazaret revolucionario, de las mayorías y que formaba parte del lado brío de la emancipación, y Rubén forma parte de esta otra iglesia”.
También destacó la importancia de la distinción “en un momento donde se ataca tanto a la universidad pública” y remarcó que “con Rubén hemos aprendido en nuestras Facultades que el conocimiento solo es posible cuando está el otro, cuando estamos con el otro, cuando en ese encuentro vamos creando la conciencia clara de que este mundo tiene que ser transformado”.
Finalmente, la decana agradeció a Dri por recibir el título “que la Universidad pública necesita y que nos convocará nuevamente a seguir juntando fuerzas, a seguir juntando ganas y la alegría que tenemos que tener para luchar, porque los pueblos no solo luchan porque sufren, sino por esta voluntad enorme que tenemos de derechos y de vida que compartimos juntos”.
Rubén Dri agradeció a quienes acompañaron la entrega del merecido título y a las facultades de Periodismo y Comunicación Social y de Trabajo Social que fueron las que propusieron en el Consejo Superior el mes pasado la distinción.
“De 1945 a 1955 el movimiento popular con el liderazgo de Perón y el acompañamiento de Evita se recuperó de la derrota sufrida desde 1862, batalla de Pavón, y constituyéndose como un sujeto multitudinario, o sea como un pueblo, fue construyendo un país socialmente justo, económicamente libre y políticamente soberano”, dijo al comienzo de la conferencia el filósofo y teólogo que analizó el camino que recorrió el movimiento nacional desde ese momento hasta el 2003 con la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia.
“2001 fue el año en que se cristalizó el colapso que se venía anunciando: el pueblo en la calle, desorientado, poniendo el cuerpo, rechazando visceralmente todo el sistema y con ello, también la política. 2003 es el momento en que, a partir de la elección de Néstor Kirchner, comienza la recuperación del movimiento, o sea, de la política popular”, agregó.
Según Dri, en “esos días que que entretejen el espacio que va del 2001 al 2003 que se vuelve a discutir con pasión el tema del poder: era el pueblo organizado en asambleas de todo tipo frente al neoliberalismo, eran los mismos problemas a los que hoy se enfrenta el movimiento popular, los mismo pero diferentes”.
En este sentido, expresó que “el sujeto no puede ser pensado escindido del poder; son dos momentos de la realidad siempre fluyente que es el sujeto” y afirmó que “el sujeto es movimiento”. “El sujeto no tiene movimiento, sino que es movimiento, es el moverse continuamente, el continuo hacerse sujeto”, completó.
En ese movimiento, explicó, el sujeto siempre se pierde y, para volver a ser sujeto debe volver a encontrarse. “Ello no es posible sin relatarse. Nosotros continuamente nos relatamos a nosotros mismo. En esto radica el problema de la memoria: sin memoria no hay sujeto, y esto se aplica tanto al sujeto individual como al sujeto colectivo”, manifestó.
El filosofo definió a la memoria como una “constitución ontológico del sujeto y no como un rasgo meramente psicológico”, y consideró que “todo proyecto de dominación, que es al mismo tiempo proyecto de objetualización de los sujetos dominados, siempre trata de hacer desaparecer la memoria del vencido, el cual es necesario que pierda su propia historia y adopte la historia del vencedor. Los vencidos no tienen historia, no pueden tenerla, porque si la recuperan se recuperan a sí mismos y el proyecto de dominación entra en pánico”.
“Para el proyecto neoliberal que encarna el macrismo, es necesario que el pueblo aborrezca y olvide sus mejores 12 años de la actual etapa democrática, así como la fusiladora del 55’ vio que era necesario que el pueblo olvidara y repudiara los mejores 10 años de su historia independiente”, ejemplificó.
Por otro lado, sostuvo que ningún sujeto puede “entrar o salir” del poder, sino que el “el poder se adquiere con el movimiento de subjetualizarse, el movimiento del empoderarse”. “En consecuencia, el problema no es si entramos o no en el poder, sino qué tipo de poder, o sea de sujetos, queremos ser: si sujeto dominador, esclavizador, manipulador o sujeto servicial, si sujeto de obediencia o sujeto de diálogo”.
“Sin poder no se puede transformar nada absolutamente. El sujeto es poder en la medida en que es sujeto y, en consecuencia, avanzar en el proceso de subjetualización, de ser mejor sujeto, es avanzar en la construcción de poder”, añadió Dri, y dijo que el único poder que puede solucionar todos los problemas que se le presentan a la sociedad “es el poder que surge de abajo, el poder popular”.
Finalmente analizó el movimiento dialéctico de “reconocer y ser reconocido”: “El sujeto aislado constituyéndose a sí mismo no existe, siempre se desarrolló en comunidad; el ser con otros que expresa esa realidad comunitaria es constitutivo del sujeto porque es el ámbito del mutuo reconocimiento”.
Por su parte, la decana de la Facultad de Trabajo Social, Alejandra Wagner, expresó que “para nosotros es un orgullo y una alegría como facultad poder entregar este doctorado Honoris Causa al compañero Rubén Dri”, y sostuvo que “en momentos como estos necesitamos colocar a personalidades de su talla en primer plano”.
“Nosotros tenemos una inclinación a distinguir aquellas trayectorias destacadas del ámbito académico pero que también conjugan eso con una militancia y un compromiso con su tiempo histórico”, dijo la decana.
Ana Barletta, vicepresidenta del área académica de la Universidad, también destacó la figura de Dri y dijo que “en un país devastado políticamente como el nuestro no siempre es posible tener presentes las trayectorias de hombres como Rubén que pasó por tantas épocas que marcaron nuestra historia”.
Otro de los oradores fue Antonio “Tony” Fenoy, coordinador del Colectivo de Teología de la Liberación Pichi Meisegeier, quien afirmó que “es una alegría muy grande para nosotros porque este es un reconocimiento totalmente justo que, lamentablemente, las universidades argentinas nunca habían realizado”.
“Es un reconocimiento justo primero porque Rubén es un intelectual orgánico, orgánico al pueblo, a los pobres y a las causas populares, y segundo porque eso que él dice todo el tiempo de que tenemos que construir poder popular, donde nuestras relaciones no sean de dominación, sino de amor, de fraternidad y de igualdad, lo vive; no se para en un pedestal por lo que sabe, sino que comparte su saber y aprende de los que lo rodean”, dijo.
Durante la ceremonia se proyectó un video realizado por la Asociación Civil “Cine en Movimiento” y el Colectivo Pichi Meiseigeier que recorre parte de la trayectoria de Rubén Dri, desde sus inicios en la Teología de la Liberación y su participación activa tanto en ámbitos académicos como en los barrios. Además, se mencionaron las adhesiones de la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini; la presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Barnes de Carlotto; el ex juez federal Carlos Rozanski; la Federación Universitaria de La Plata; la Agrupación 17 de Octubre; La Cámpora; el destacado sociólogo e investigador Horacio González; el primo de Rubén Dri, Jaime, ex detenido desaparecido en el CCD de Campo de Mayo durante la última dictadura cívico militar, entre otros.