Dicen que Angelo Calcaterra, el primo de Mauricio Macri, tiene una sandía en la oreja a la hora de cantar y cree que Lennon-McCartney es la delantera de un equipo del fútbol de las Islas Caimán. Sin embardo, dicen también, que bajo la ducha suele tararear a aquél tema que integra el disco Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, de 1967, de The Beatles. Y no es para menos, siempre con las pequeñas ayudas de su parentela y amigotes de la barra, el hombre hace buenos negocios.
Calcaterra, compró el banco Interfinanzas junto con su hermano Fabio y el empresario Gustavo Mauro, quienes fueron autorizados a realizar la operación el Banco Central que preside el economista Federico Sturzenegger.
La operación fue dada a conocer por C5N, de Cristóbal López, que no vayan a creer ustedes que la juega para los argentinos de a pie, sino que, bien camuflado de progre, ese canal de TV vive haciéndole el caldo gordo a un tal Sergio Massa, una de las esperanzas blancas de la domesticación peronista como salida o continuidad del proceso de recomposición hegemónica del bloque de poder corporativo dependiente, bastante lumpen por cierto, y con o sin acuerdos por “izquierda” como los expresados en Diputados la semana pasada dentro del pan peronismo, sobre Ganancias.
En los estudios de C5N se afirmó que Calcaterra ofició como testaferro del presidente Mauricio Macri en diversas transacciones económicas, como por ejemplo en IECSA S.A, que en los últimos años se convirtió en la empresa con mayor cantidad de licitaciones ganadas por el estado argentino.
En la puja por la entidad bancaria, Calcaterra se impuso por sobre los empresarios ganó Eduardo Eurnekian y Eduardo Elzstain, entre otros. Además, el informe reveló que el primo del presidente cobra un sueldo como director de IECSA.
El proceso de compra tardó meses, pero recién se pudo concretar la semana pasada, cuando el BCRA, que conduce Federico Sturzenegger, aprobó la transacción.