El 60 por ciento de las y los adolescentes tuvo relaciones sexuales por primera vez entre los 15 y los 16 años (el 17 por ciento, antes de cumplir los 15). De las niñas, el 87 por ciento dijo que tuvo esa relación en ese momento porque quiso, el 8 por ciento dijo que hubiera querido que fuera más adelante, y el 4 por ciento, que fue forzada a tenerla. En 2013, más del 15 por ciento de los bebes nacidos vivos eran hijos de madres adolescentes; cada año, 3000 chicas de menos de 15 años se convierten en madres. Esas son algunas cifras del informe “Situación de salud de las y los adolescentes en la Argentina”, que dieron a conocer representantes del ministerio de Salud y Unicef.
Actualmente, el 16 por ciento de la población argentina es adolescente. Casi la mitad de ellos y ellas cuentan con el sistema público de salud como única cobertura; la proporción se incrementa y llega a superar el 60 por ciento en provincias como Chaco o Formosa.
El estudio, que analiza datos de salud sexual y reproductiva, alimentación, actividad física, salud mental, violencia, consumo de sustancias psicoactivas y mortalidad, es “una línea de base” que “permiten tomar decisiones para las políticas públicas”, dijo ayer durante la presentación del material la subsecretaria de Atención Primaria da la Salud del ministerio, Dora Vilar de Sarachaga. En la misma línea, la representante de Unicef en Argentina, Florence Bauer, subrayó que la información “permitirá tener políticas públicas que respondan a problemáticas específicas”.
Los datos analizados para dar con perfiles sanitarios de chicas y chicos tuvieron diversas fuentes, como los Censos Nacionales de Población de 2001 y 2010, las publicaciones de la Dirección de Estadísticas e Información en Salud (DEIS), la Encuesta Nacional sobre Salud Sexual y Reproductiva de 2013. También se nutrió de datos del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS), el Sistema Informático Perinatal (SIP) de la Dirección Nacional de Maternidad e Infancia del ministerio de Salud, la Encuesta Mundial de Salud Escolar (EMSE) de 2012, el VI Estudio Nacional sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas que Sedronar realizó en 2014 y una investigación sobre jóvenes y campañas mediáticas realizada por el ministerio de Salud y la Facultad de Periodismo de La Plata en 2014.
La fecundidad adolescente “entre 1980 y 2014 se mantiene relativamente estable”, observó el coordinador del Programa Nación de Salud Integral en la Adolescencia, Juan Carlos Escobar, quien también advirtió: “un dato que no es menor es la estabilidad de la tasa de fecundidad temprana en chicas menores 15 años”. En 2013, en Argentina 117.386 niños fueron dados a luz por chicas menores de 20 años: de ellas, 114.125 tenían entre 15 y19 años al momento de parir; 3261 no habían llegado a cumplir los 15. En un comunicado, Unicef advirtió que ese dato “preocupa particularmente por la probabilidad de que el embarazo sea producto de abuso sexual o relaciones forzadas”.
De acuerdo con el informe, la maternidad adolescente suele ser más frecuente entre chicas de menor nivel educativo y de sectores socioeconómicamente vulnerables. El estudio destacó que, de acuerdo con la Encuesta sobre Condiciones de Vida de Niñez y Adolescencia de 2013, casi un cuarto de las madres adolescentes no llegó a completar la primaria. El 67,5 por ciento de las chicas dijo que el embarazo no había sido buscado, pero el 79,9 aseguró que no usaba ningún método anticonceptivo.
De acuerdo con la EMSE de 2012, el 18,6 por ciento de chicas y chicos de entre 13 y 15 años tenía sobrepeso, algo que afecta más a los varones que a las mujeres (35,9 y 21,8 por ciento respectivamente). Esa misma encuesta dio cuenta de que el 16,9 por ciento de los estudiantes evaluó seriamente la posibilidad de suicidarse y el 16,1 llegó a evaluar un modo de llevarlo adelante. Los varones suelen consumar el suicidio en mayor medida que las mujeres.
El informe destaca que, aun cuando la tasa de mortalidad en la adolescencia es baja en comparación con lo registrado en otras franjas etarias (afecta en este caso al 1,2 por ciento de la población estudiada), afecta de manera mucho más notable a varones que a mujeres. El 70 por ciento de las muertes de adolescentes son de chicos. El estudio lo atribuye a “la ocurrencia diferencial de la mortalidad por causas externas entre varones y mujeres, en particular por las lesiones no intencionales (en su mayoría accidentes de tránsito), los suicidios y los homicidios”. El estudio advirtió el peso de los suicidios es creciente en algunas zonas, como Catamarca, Jujuy o Salta, donde “tienen en la actualidad mayor incidencia en la determinación de la mortalidad adolescente que los accidentes”.