Roberto Adolfo Di Grazia, responsable de Control Urbano, debía presentarse a declarar ante el fiscal Álvaro Garganta, pero alegó que no pudo por “un compromiso laboral”. El secretario de Seguridad e imputado en la causa, Daniel Piqué, lo responsabilizó por no haber clausurado la fiesta clandestina en la que falleció la joven estudiante de periodismo.
Por Gabriela Calotti / El subsecretario de Convivencia y Control Ciudadano de la Municipalidad de La Plata, Roberto Adolfo Di Grazia, dijo que el jueves que el 15 de noviembre pasado no pudo presentarse ante la Fiscalía para declarar en el marco de las investigaciones por la muerte de la joven universitaria Emilia Uscamayta Curi en una fiesta clandestina en Romero porque “tenía un compromiso laboral”. Con balbuceos y respuestas repetidas, Di Grazia apeló al misterio al asegurar al programa “El Cafecito” de la 221Radio que no podía contar a los medios lo que sabe y que primero se lo dirá a la justicia.
El caso es que cuando fue citado a declarar por el fiscal Álvaro Garganta, que lleva adelante la causa caratulada de momento como “Averiguación de causales de muerte”, el martes de la semana pasada, Di Grazia, funcionario de Garro y además empresario, ni siquiera se presentó en la Fiscalía. El otro funcionario citado a declarar ese mismo día, el subcomisario jefe de la Policía Local, Sebastián Martínez Pass, se presentó sin abogado, situación que llamó poderosamente la atención a la defensa de la familia Uscamayta Curí pues en una causa penal es claramente imprescindible contar con una estrategia legal.
“Yo tenía un compromiso laboral en Buenos Aires”, respondió Di Grazia al aire antes de asegurar: “igual presenté una nota en Fiscalía”. En reiteradas ocasiones durante la entrevista, de varios minutos, el responsable de “Control Urbano” dijo que “está a disposición de la justicia” pero no supo explicar fehacientemente por qué cuando fue citado a declarar, no concurrió.
Consultado insistentemente acerca de cómo explica que si está a disposición de la justicia no haya podido presentarse cuando fue convocado por Garganta para determinar responsabilidades frente a la muerte de Emilia, Di Grazia repitió: “bueno pero ese día tenía un compromiso y no podía dejar de ir”.
Emilia Uscamayta Curi murió a los 26 años el 1º de enero pasado en una fiesta ilegal en la quinta San Cayetano, en la avenida 520 entre 159 y 160 en la localidad de Melchor Romero. Según la autopsia, Emilia murió por “inmersión en el agua” en la pileta de natación de esa quinta en cuyas inmediaciones a partir de las diez de la noche desapareció toda presencia policial o de Control Urbano para impedir la fiesta que no tenía autorización municipal.
Pese a haber transcurrido casi once meses de aquella tragedia, todavía la justicia no esclareció las circunstancias de la muerte de Emilia.
Y como si fuera poco, los funcionarios citados por la justicia, demoran sus comparecencias mediante artilugios diversos como si un “compromiso laboral” fuera más importante que declarar ante la justicia, sobre todo en el caso de un funcionario público que cobra el sueldo que le pagan los ciudadanos con sus impuestos.
Di Grazia dijo que la fiesta no pudo ser clausurada porque “era un caos hacer un desalojo” y citó como fuente de sus palabras al “inspector de 18 años de antigüedad” que al parecer vio la cantidad de gente que había en la quinta aquella noche del 31 de diciembre de 2015.
La “fiesta era ilegal por más que el municipio estuviera en conocimiento”, agregó Di Grazia, quien aquella noche no llamó a Piqué para pedirle refuerzos y clausurar la fiesta.
“No, no es que llamé. No podemos nosotros… Quiero dejar en claro que tengo que declarar en la justicia y después se verá….No es lo que usted dice…no es lo que realmente está…”, titubeó el funcionario de Garro.
¿Pasó otra cosa que usted no puede contar al aire? “Exacto”, respondió Di Grazia. ¿Pasó algo que tiene otro responsable? “Exacto. Yo tengo que ir a declarar ante la justicia”, repitió el responsable de Control Urbano. “Tiene que estar la justicia antes que los medios”, agregó.
Sin embargo dejó de ser enfático cuando se le insistió sobre las contradicciones entre Piqué y él, siendo los dos parte del mismo gobierno municipal.
Los dos subsecretarios de la actual gestión municipal macrista habían sido citados a declarar a raíz del testimonio del secretario de Seguridad de la Municipalidad de La Plata, el comisario Daniel Piqué –imputado en la causa–, que semanas atrás intentó deslindar responsabilidades en Di Grazia y Martínez Pass.
Piqué volvió a afirmar esta semana que la responsabilidad de clausurar la fiesta en la que murió Emilia le correspondía a la repartición que dirige Di Grazia. En su declaración ante el fiscal, Piqué aseguró semanas atrás que aquel 1 de enero “Control Urbano acudió a la fiesta mientras se llevaba a cabo, labró actas pero sin suspender el evento y nunca solicitó auxilio a su área de seguridad”.
Ante la pregunta “¿usted no lo llamó a Piqué aquella noche para que lo ayudara a clausurar?” esa fiesta, Di Grazia balbuceó la siguiente respuesta: “yo lo que tengo, bueno… eso se verá. Está ante la justicia y tendrá que determinar eso”.
¿Pero usted actuó o no actuó?, le insistió la periodista. “Obvio. Están las actas realizadas. Uno actuó”, dijo Di Grazia evitando responder en primera persona del singular.
El responsable de Control Urbano dijo que aún no fue citado otra vez por la Fiscalía. “Todavía no tengo fecha”, afirmó a la radio. Sin embargo, fuentes judiciales indicaron al diario Contexto que fue convocado para “el 7 de diciembre a las 10”. En tanto que Martínez Pass, fue convocado para “el 30 de noviembre” a la misma hora.
¿Quién cree que fue el responsable de que esto se le fuera de las manos a la municipalidad?, le preguntó la periodista al aire a Di Grazia: “Creo que el tema es… es un problema que creo que lo tenemos que dejar en manos de la justicia. La justicia va a determinar quién es el responsable. Yo no quiero dar acá alguna respuesta que la justicia la va a tener que dar. Yo le digo que en lo que fue en el área ese día teníamos fiestas en todos los lugares de la ciudad. Nos podía haber pasado en otra fiesta”, respondió Di Grazia de forma verborrágica.
Martínez Pass, convocado por la Fiscalía el 15 de noviembre, se presentó curiosamente sin abogado. Una vez allí mantuvo una entrevista con un defensor oficial. Se negó a declarar y pidió postergar la audiencia para concurrir con otro abogado, habían indicado las fuentes judiciales.
A casi once meses de la muerte de Emilia, la Justicia platense imputó a cinco personas: a los cuatro organizadores de la fiesta clandestina por “homicidio culposo”, figura que equivale a un accidente, y al comisario Piqué, considerado “autor penalmente responsable” del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Los cuatro organizadores de la fiesta ilegal, cercanos al macrismo y a la noche platense, son: el dueño de la casaquinta, Carlos Bellone; el empresario y militante del PRO, Raúl “El Peque” García –que compartió actos no sólo con Garro, sino con Mauricio Macri y María Eugenia Vidal–; el propietario de un reconocido boliche platense, Santiago Piedrabuena; y el relacionista público Gastón Haramboure, único detenido tras violar la prisión domiciliaria en el marco de una condena por el asesinato de un joven en 2009 a la salida de un boliche en Berisso. Bellone y García están prófugo de la justicia, que no lanzó ninguna operación de búsqueda, cámaras de televisión mediante.