“No les hablo como ministro de Educación, sino como gerente de Recursos Humanos”, dijo ante los empresarios de la Unión Industrial Argentina, a quienes les entrega la escuela pública para sus necesidades de mano de obra barata.
Mientras Cambiemos recorta los presupuestos educativos a nivel nacional y provincial, se sacan comedores escolares en medio de la crisis y los maestros pierden poder adquisitivo sin posibilidad de reabrir las paritarias, el ministro Esteban Bullrich admite estar al servicio de las grandes corporaciones, no del conjunto de la población.
“Queremos que la educación en la Argentina de 2030 sea una de las mejores del mundo. Si tenemos la mejor educación tendremos las mejores empresas del mundo. Para eso debemos preparar recursos humanos de excelencia. Me paro ante ustedes como gerente de Recursos Humanos, no como ministro de Educación”, dijo ayer Bullrich al hablar en la 22° Conferencia Industrial Argentina organizada por la UIA y adelantó que trabaja “para mejorar el esquema de prácticas profesionalizantes para los estudiantes secundarios”.
Desde los gremios docentes cuestionaron las declaraciones del funcionario, aunque no se mostraron sorprendidos: “Para él la educación es una mercancía, los estudiantes consumidores y los docentes vendedores a economizar”, señaló el secretario general de UTE-Ctera, Eduardo López.
“Para nosotros la Educación es un derecho social y una responsabilidad inalienable del estado como dicen las leyes vigentes. Para garantizar ese derecho y la igualdad de oportunidades se necesita un Ministro de Educación”, agregó el gremialista en declaraciones al diario Página/12.
Educación ya firmó en julio un convenio con tres empresas multinacionales (Banco Itaú, Samsung Electronics y Peugeot Citroën) para realizar prácticas no rentadas destinadas a alumnos del último año de los secundarios técnicos. Este mismo programa había sido aplicado en la Ciudad durante la gestión de Mauricio Macri, pero los estudiantes lograron darlo de baja en 2013 mediante una toma de escuelas.