Hubo más 300 mil trabajadores y militantes sociales movilizados en todo el país. En el acto central, frente a la Casa Rosada, Hugo Yasky y Pablo Micheli aseguraron que la “unidad en la acción es la fuerza” contra el brutal ajuste de Mauricio Macri. “El paro está vivo y vamos a seguir construyéndolo”, subrayaron.
Las dos CTA, junto a organizaciones sociales, cooperativas y partidos políticos, colmaron la Plaza de Mayo para exhortar a todo el movimiento obrero a enfrentar al modelo neoliberal que impuso Cambiemos con ajuste, despidos y hambre.
“No hay pacto que pare la lucha de los trabajadores”, afirmaron al criticar a la cúpula de la CGT que demora la convocatoria de un paro general tras acordar con el gobierno de Mauricio Macri un magro bono de fin de año.
El líder de la CTA Autónoma, que inició el acto, dijo que con esto “pensaron que se terminaba la conflictividad, pero esta plaza y todas las plazas” del país dan cuenta de que “el paro está vivo y lo vamos a seguir construyendo aunque le moleste a algunos compañeros”.
A su turno, Hugo Yasky, señaló que “enfrentamos a un gobierno que no es como el de Menem ni como el de la Alianza, este es el gobierno que representa el punto más alto de unidad de la clase dominante”.
“Lo apoyan los grupos financieros, la Sociedad Rural, los grupos que tienen que ver con el manejo de los medios de comunicación, la casta judicial que defiende los intereses de clase como si fueran perros de presa, la Embajada estadounidense, el Fondo Monetario Internacional, todas las fundaciones que en este país todos los días plantan la semilla de la mentira y que son financiadas por las multinacionales”, enumeró.
Para el secretario general de la CTA de os Trabajadores, “frente a un gobierno con todo ese poder necesitamos, imprescindiblemente, la unidad en la acción de todas las centrales sindicales y de todos los movimientos sociales”.
“Si no somos capaces de advertir eso, de darnos cuenta que construir la unidad es una cuestión de sobrevivencia, estamos cometiendo un error imperdonable o estamos siendo conscientemente instrumento del enemigo que quiere someternos al hambre”, remarcó.
Yaski vaticinó que éste va a ser “un fin de años con mucho dolor”, pero aseguró que “acá hay una clase trabajadora que no está dispuesta a ser furgón de cola del neoliberalismo” y que busca “reunificar al campo popular”.
“Los que hoy, como en la Argentina, vienen con un espíritu revanchista, quieren ponerle el pie en el pecho a los trabajadores. Pero acá hay un pueblo que los va a parar”, completó.
Durante la masiva concentración frente a la Casa Rosada, que fue invisibilizada por los grandes medios hegemónicos, también se reclamó por la libertad de Milagro Sala, presa política del gobernador jujeño Gerardo Morales desde hace 293 días.
Según cálculos de las dos CTA, en todo el país se movilizaron más de 300 mil trabajadores y militantes sociales.