El psicólogo estadounidense y redactor jefe de la revista estadounidense Psychology Today, Robert Epstein, destaca que, en sus funciones como buscador, Google influye en los resultados electorales. En Estados Unidos está ayudando a Hillary Clinton. ¿Cómo podría comportarse en Argentina teniendo en cuenta que el el gobierno de Macri juega todas sus cartas a favor de las corporaciones empresarias, entre las cuales el gigante de Internet se encuentra? Marcos Peña es el jefe de los internautas, redesnautas y googlenautas del gobierno.
Epstein, visitó la semana pasada Moscú en el marco de Festival de Cine Científico y Tecnológico en 360º que se realiza en Moscú y explicó cómo Google influye actualmente en las elecciones presidenciales en un 25% de los países del mundo.
Durante varios años, Epstein realizó investigaciones que le han permitido concluir que Google puede influir en la simpatía que muestra la gente hacia un candidato u otro en unas elecciones presidenciales, como en el caso de las elecciones de EE.UU., donde el buscador de Internet muestra predilección por la candidata demócrata Hillary Clinton.
«Esta conclusión la he obtenido después de realizar investigaciones y experimentos durante cuatro años con la participación de más de 10.000 personas de 39 países, tras los que se comprende que la alteración de la información a favor de un candidato en el sistema de búsqueda de Google puede influir notablemente a que un candidato reciba cerca de un 12% de los votos del total de indecisos, así como un 80% de los votos entre determinados grupos demográficos», asegura el psicólogo.
Epstein se posicionó como una claro seguidor de Hillary Clinton, a quien considera mucho mejor que su contrincante republicano a la presidencia de EE.UU., Donald Trump, y asegura que la demócrata tiene garantizado el puesto en el despacho oval de la Casa Blanca. «Google y otras compañías tienen el poder suficiente para influir en la elección de los electores, lo que hará que Clinton gane con una diferencia comprendida entre 2,6 millones y 10,4 millones de votos», apunta.
«La gente acepta de tal forma los resultados del buscador que si en un buscador un candidato parece tener un aspecto ventajoso en relación con los demás, ésto le permite ganar votos», aclara Epstein, que señala que esta práctica se aplica últimamente a favor de Hillary Clinton y no sólo en Google, sino también en Facebook y Twitter.
Robert Epstein afirma que él y su equipo de investigación observaron el funcionamiento de las redes sociales y de Google durante las elecciones en Reino Unido de 2015 y de la India en 2014. «Ahora pretendemos comprender cómo funciona el algoritmo de Google y si los resultados a favor de unos candidatos se obtienen de forma automática o, como dice Google, son resultados orgánicos», añade, señalando que estos resultados favorables suelen aparecer en la sección de recomendados.
En lo que respecta a las elecciones que se celebren en países como Rusia o China, el psicólogo estadounidense aclara que éstos son escenarios complicados para Google al no dominar allí el mercado. «Google es el líder en la mayoría de los países de todo el mundo, pero únicamente no tiene una posición dominante en dos, Rusia y China», naciones que cuentan con sus propios motores de búsqueda, Yandex y Baidu, respectivamente.
En Argentina, la jefatura de Gabinete tomó nota de esas investigaciones y su titular, Marcos Peña, es quien se encarga directamente no sólo de las relaciones con Google y otras corporaciones determinantes de Internet sino que conduce un ejército de community managers, que es como se llaman a las operadores en redes y otros territorios digitales.
El 23 de septiembre pasado, La Nación publicaba que “con el objetivo de afinar la comunicación oficial, la jefatura de Gabinete de Marcos Peña organizó en el Centro Cultural Kirchner (CCK) un evento donde se invitó a todos los miembros de las áreas de prensa de los distintos ministerios. ¿Se trata de una ‘bajada de línea’ sobre cómo comunicar?, preguntó este diario a un tercer vocero de un funcionario con acceso al despacho de Macri, que respondió: ‘No, no es una bajada de línea. Es una jornada para laburar todos en una misma línea’. (…). El publicista que estuvo detrás de la campaña de Macri, Joaquín Molla, el experto en redes sociales para el gobierno, Julián Gallo, y Victoria Bluthgen, integrante del equipo de Peña, disertaban sobre ‘Estrategia de comunicación’. Rudi Borrmann, del ministerio de Modernización y cerebro de la política de ‘gobierno abierto’, iba a hablar sobre ‘Introducción a las dinámicas’. La flamante redactora de los discursos presidenciales, Julieta Herrero, era la encargada de plantear «Los componentes del discurso». También disertaba Hernán Iglesias Illa, uno de los principales estrategas en la comunicación oficial”.
Según varios de los participantes, el propio Peña se encargó de destacas que el eje central de la estrategia comunicacional del gobierno de Macri, respecto de la propia gestión pero también con miras a las campañas electorales que se avecinan, pasa por relegar a un segundo plano a los medios tradicionales y poner los mayores esfuerzos en las plataformas y redes digitales. Llamativamente el gurú ecuatoriano Durán Barba pareció estar ausente o al menos no ocupó ningún lugar destacado en la programación de la jornada.