Los metalúrgicos paran en defensa de sus puestos de trabajo y la industria fueguina junto a una gran cantidad de gremios. Hubo despidos en la empresa del amigo del presidente, mientras se avanza con una feroz apertura de importaciones.
Por Fernando M. López / Como en el resto del país, las políticas de ajuste del Gobierno de Mauricio Macri vienen golpeando con fuerza a las clases populares de Tierra del Fuego, pero ahora asoma una crisis laboral de grandes proporciones a raíz de nuevas maniobras que afectan directamente a la industria local.
Antes del 10 de diciembre de 2015, más del 90% de los productos electrodomésticos que se consumían en Argentina eran fabricados con mano de obra fueguina. Sin embargo, la devaluación, la escalada inflacionaria, los tarifazos, la pérdida del poder adquisitivo y la apertura de importaciones modificaron de manera radical ese panorama.
“Le hemos planteado al Gobierno nacional que revise sus medidas, que piense en alternativas y hasta hemos impulsado distintas acciones gremiales en la provincia. Lamentablemente no nos escuchó y hoy estamos ante una situación cada vez más grave. Incluso, a partir del 1º de enero dejarían sin efecto los aranceles de importación de varios productos, entre ellos las notebooks y tablets, con lo cual un número importante de establecimientos deberán cerrar sus puertas y muchos trabajadores quedarán en la calle”, advirtió a Contexto Oscar Martínez, secretario general de la UOM Río Grande y actual diputado nacional.
Los despidos comenzaron en los primeros meses del año en fábricas como Brightstar, una ensambladora de celulares, y siguieron en septiembre con el cierre de la planta de Visteon, que producía equipos de aire acondicionado para la Ford antes de que la automotriz decidiera importarlos desde Europa.
En los últimos días se sumaron una veintena de cesantías en una de las fábricas del grupo Mirgor, perteneciente a Nicolás Caputo, amigo íntimo de Macri.
“Mirgor es una empresa que ha acumulado en los niveles más altos desde diciembre hasta la fecha en cuanto a porcentaje de ganancias, según el informe de la Bolsa de Comercio. De todos modos, despidió a supervisores que tenían a cargo varias líneas de producción y se prevé que esto pueda seguir con el conjunto de los trabajadores”, señaló Martínez.
La situación en Tierra del Fuego empieza a parecerse mucho a la de los noventa, cuando las reformas neoliberales del menemismo arrasaron con la industria local en medio de brutales represiones que se cobraron la vida del obrero Víctor Choque, quien se convirtió en la primera víctima fatal durante protestas sociales desde el regreso de la democracia.
Pero Macri pretende ir más allá. Según trascendió este mes, el presidente estudia la eliminación del Régimen de Promoción Industrial de la Isla (Ley 19.640) que rige desde 1972, una medida que condenaría al desempleo a más de 15 mil trabajadores, sobre una población de 200 mil habitantes.
En este marco, la UOM denunció que existe un proyecto de censo en las distintas empresas para determinar el origen de los trabajadores y saber cuáles estarían dispuestos a volverse a sus provincias.
“Tienen como objetivo despoblar Tierra del Fuego”, subrayó Martínez al convocar a un paro con movilización que se desarrolló este miércoles junto a un amplio abanico de gremios bajo las consignas “Defensa de los puestos de trabajo, la industria nacional, la Ley 19.640 y la Soberanía Nacional”.
La marcha arrancó alrededor del mediodía desde la Ruta Nacional 3, a la altura de la planta de BGH, y culminó en la Plaza de las Américas, en pleno centro de Río Grande, con más de 6.000 trabajadores y trabajadoras.
“Estamos defendiendo ni más ni menos que el derecho a seguir poblando Tierra del Fuego, así como los recursos riquísimos de esta provincia, que contiene en su territorio a las islas Malvinas, saqueadas por los piratas ingleses ahora con la venia del macrismo”, completó el gremialista y diputado nacional.
En caso de no obtener respuestas favorables a sus reclamos, desde la UOM no descartan un paro de 48 horas en las próximas semanas y hasta analizan la posibilidad de acciones conjuntas con los petroleros, entre ellas “el corte del suministro de gas al continente”.
Por último, Martínez cuestionó la decisión de la CGT de frenar el paro general contra el Gobierno de Cambiemos por la negociación de un bono de fin de año “insuficiente desde todo punto de vista”.
“Esperábamos una actitud mucho más responsable, más acorde con la realidad, sobre todo teniendo en cuenta que los últimos diez meses han sido sumamente difíciles para los trabajadores, con despidos masivos en el sector privado y en el sector público. Pero la nueva conducción de la CGT decidió ir por otro camino, contrario al que reclama el movimiento obrero”, concluyó.