Pero llegará el momento en que el pueblo haga tronar el escarmiento, como decía “el que te jedi, cuando salía al balcón”, tal cual se le ocurrió una vez a María Elena Walsh, se oía entre los 150 choferes de de bondis que están de paro y necesitan que el intendente Julio Garro se haga cargo y desarme el negociado que tejió con Osmar Corbelli, dueño de las empresas Expreso La Plata y Unión Platense, de la que dependen las líneas Este y la 520.
El concejal Guillermo Nano Cara, del bloque del FpV Nacional y Popular, al que pertenece una de las dirigentes más relevantes del denominado campo popular platense, Florencia Saintout – a su vez decana de Periodismo de la UNLP – enfatizó este sábado a AgePeBA que Garro debe hacerse cargo de los reclamos de los 150 trabajadores de las líneas de colectivos en conflicto “que sufren despidos, suspensiones y quitas salariales; los mismo de los problemas que sufren más de los 70.000 trabajadores de otros sectores, que son usuarios del transporte público”.
La medida de fuerza de los trabajadores de las líneas municipales arrancó el lunes pasado y se mantendrá por unos días más, puesto que está pendiente una conciliación obligatoria. Se inició cuando el empresario Corbelli acometió con veinticinco despidos y ochenta suspensiones.
Como medida de protesta los 280 choferes de las líneas Este y 520 de La Plata apelaron a la retención de tareas y permanencia en la puerta de los galpones desde donde parten los micros, en el kilómetro 8 de la ruta 11.
Denuncian a Osmar Corbelli, de quien dependen la Este y la 520. En la ciudad, Corbelli concentra la propiedad de los servicios. Entre ellos, las líneas 202, 214, 273, 290, 411, 418, 518, 520, Norte y Sur. El hecho de que la Este y la 520 se sumen a este monopolio fue posible por una ordenanza de principio de año en la que la mayoría de los bloques del Concejo Deliberante de La Plata apoyaron que pasen de manos de la Línea 7 a las de Corbelli, supuestamente por la crisis financiera que atravesaba la empresa 7.
En una de las últimas sesiones del Concejo Deliberante, el concejal Guillermo Nano Cara, titular del bloque del FpV Nacional y Popular, único espacio del recinto que se abstuvo de votar dicha ordenanza, confirmó su posicionamiento: “Se votó la sesión de la prestación del servicio a la empresa que hoy lo presta. Ya en ese momento advertimos la falta de seguro en la continuidad laboral de los trabajadores, por lo que nos abstuvimos de votar dicha sesión”, sostuvo Cara, y agregó: “Hoy vemos que esto pone en riesgo la continuidad de veinticinco trabajadores y deja sin servicio a más de 70.000 vecinos de nuestra ciudad”.
El martes pasado, en la audiencia conciliatoria que concertó el Ministerio de Trabajo para destrabar el conflicto, los choferes quedaron solos: no fue ningún representante de la empresa de Osmar Corbelli ni del gremio Unión Tranviarios Automotor (UTA).
Fabián Ayala, uno de los trabajadores despedidos y miembro de la agrupación El Bondi, acusó las condiciones de trabajo a la que son sometidos los choferes de las dos líneas: “Hay un abuso de autoridad. Algunos trabajan dieciséis horas por día, o más de ocho horas, sin cobrar horas extras y con feriados en negro”.
Los trabajadores también apuntan al gremio Unión Tranviarios Automotor (UTA). Ayala, miembro de la agrupación El Bondi, que busca representar a los choferes en este difícil momento, acusó al gremio por echar a sus representados luego de que hayan mandado sus cartas documento a la UTA para presentarse como candidatos a delegados de El Bondi.