«¿Qué te pasó cuando apareció Luciano Arruga?” Es la frase con la que ella misma convoca a la jornada que se realizará en el Espacio Luciano Arruga, a dos años de la aparición de su cuerpo. “Lo recuperamos -dice Vanesa Orieta, su hermana-, pero seguimos manteniendo una postura con relación a la denuncia. No fue un accidente. Sí, Luciano apareció y nos entregaron los restos, pero no terminó ahí”, dijo.
“El 17 de octubre de 2014, miles de personas que seguían la causa de la desaparición de Luciano Arruga, el joven desaparecido por la Policía Bonaerense por negarse a robar para esta, quedaron doblemente sorprendidas al escuchar la noticia de que Luciano había aparecido y que su deceso había sido producto de un accidente automovilístico ocurrido en la autopista General Paz. Sus familiares y amigos hacía cinco años y ocho meses que venían luchando por saber la verdad y denunciaban las detenciones y los hostigamientos previos por parte de la Policía del Destacamento de Lomas del Mirador. Pese a la gran cantidad de irregularidades en la causa, ellos debieron abrirse espacio a la fuerza en los medios masivos de comunicación para que tomaran la denuncia”, dice un artículo publicado este viernes por La Izquierda Diario, que pasamos a reproducir:
Los mismos medios que intentaron silenciar la causa durante años, ese 17 de octubre se ocuparon profundamente del caso para instalar la hipótesis oficial: Luciano falleció en un simple accidente de tránsito, sus familiares y amigos estaban confundidos, no lo mató la Policía.
Poco importaba el enorme tiempo transcurrido, que el cuerpo enterrado como NN tuviera la descripción de un joven de unos 25 años, cuando Luciano tan solo tenía 16; o que su familia haya ido al Hospital Santojanni el mismo día de su desaparición, mientras Luciano se encontraba en esa morgue, y nadie le diera respuesta.
Tampoco importaba que el accidente se produjera a tan solo tres cuadras de la Comisaría 8va, donde se sabía que Luciano había estado la noche de su desaparición. Que la General Paz sea jurisdicción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires era la justificación perfecta para deslindar al Estado de semejante responsabilidad, para limpiar la sucia imagen de la bonaerense y plantear que la lucha de sus seres queridos había sido en vano.
La lucha no fue en vano. “Lo recuperamos -dice Vanesa Orieta, su hermana-, pero seguimos manteniendo una postura con relación a la denuncia. No fue un accidente. Sí, Luciano apareció y nos entregaron los restos, pero no terminó ahí. Nuestro reclamo es bien específico, a Luciano lo mató la Policía, lo desapareció el Estado y por eso queremos saber la verdad, toda la verdad y que se condene a los responsables materiales e intelectuales”.
¿Y a vos que te pasó?
“Hoy necesitamos saber que le pasó al otro. Preguntarle ¿qué te paso cuando apareció Luciano? ¿qué sentiste? ¿cuánto creíste de la versión del accidente? ¿qué te conmovió de todo eso?”, agrega Vanesa. “Es una fecha particular para nosotros porque se cumplen dos años de la aparición de Luciano. Queremos que la gente empiece a acercarse al Espacio, que vengan hasta Lomas del Mirador, que se tomen el bondi, que pasen por acá y que conozcan este lugar emblemático. Acá donde hubo una comisaría hoy hay un espacio de memoria, de reflexión, donde se visibiliza la problemática de la violencia policial y la represión que sufren los jóvenes”.
La jornada será este sábado 22 de octubre a partir de las 13 horas, en el Espacio Luciano Arruga. Indart 106, Lomas del Mirador. Allí sus familiares y amigos esperan recoger testimonios de la gente, saber qué sintieron aquel 17 de octubre de 2014.