Pertenecen a las líneas Este y 520. Están en conflicto con la patronal desde el mes de marzo. Este lunes, ante la falta de respuestas, resolvieron impulsar medidas de fuerza y un corte frente a la terminal de Ruta 11, a la altura del kilómetro 8. Temen que una patota de la empresa vaya a desalojarlos.
Unos 200 choferes de las líneas Este y 520, operadas por la empresa Unión Platense SRL, mantienen un paro por tiempo indeterminado desde el lunes en reclamo de la reincorporación de 30 despedidos, el fin de las suspensiones y mejores condiciones laborales.
“Muchas veces lo que hacen es mandarte el telegrama, ensuciando tu legajo para que no entres nunca más en ninguna empresa. Luego te ofrecen limpiarte el legajo a cambio de darte dos pesos (de indemnización) y que no le hagas juicio”, explicó a Radio Universidad (UNLP) el delegado a Ezequiel Carone, quien además acusó a la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de formar parte de la maniobra.
Junto a la medida de fuerza, los choferes decidieron cortar la entrada y salida de colectivos en la terminal ubicada en Ruta 11 a la altura del kilómetro 8, mientras que la empresa “los acusó de tomar el lugar con armas y el apoyo de 20 personas ajenas a la empresa” y producir “daños en el equipamiento”.
Las denuncias de la empresa fueron desmentidas por los trabajadores ante las autoridades judiciales que se hicieron presentes esta tarde en el lugar, donde constaron que la protesta se desarrollaba de manera pacífica.
Los choferes advirtieron, además, que una “patota” de la compañía se preparaba para desalojarlos por la fuerza.
“Este viernes hay una nueva audiencia conciliatoria en el Ministerio de Trabajo con el gremio y la empresa. Se trata de la segunda reunión porque los representantes de la empresa no se presentaron a la primera”, indicó Carone.
Los despidos y las suspensiones comenzaron en el mes de marzo. A partir de ese momento, también se agravaron las condiciones laborales. “Estamos trabajando en condiciones pésimas, bajo presión, sin baños químicos en las cabeceras. Tenemos que orinar detrás de los colectivos, es calamitoso”, comentaron los choferes.