En la presentación calificaron de “arbitraria” la decisión de esos magistrados que, el mes pasado en otra causa, otorgó ese beneficio al ex jefe policíal de la dictadura cívico militar. También retomaron los argumentos del fallo del juez de instrucción Ernesto Kreplac que el viernes pasado le negó la domiciliaria al genocida en una causa en la que está procesado y lo mandó a un hospital fuera de la cárcel, para ser asistido por la huelga de hambre que realiza.
La solicitud de los organismos fue ingresada el martes en el expediente poco antes de que el juez Alejandro Esmoris, del Tribunal Oral Federal Nº 2 de La Plata, se convirtiera en el tercer juez subrogante para definir la situación del ex policía, informó el periodista Pablo Roesler en una nota publicada en Tiempo Argentino. El escrito de quince páginas fue presentado en el Tribunal mientras en las puertas de la Cámara Federal una manifestación reclamaba el no cese de las domiciliarias.
El escrito lleva las firmas de Abuelas de Plaza de Mayo, por la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH) y la Unión por los Derechos Humanos de La Plata, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, la Fundación Anahí y Chicha Mariani, y querellantes particulares como Victoria Moyano Artigas y Verónica Bogliano, de H.I.J.O.S.
Según detallaron los organismos, la evaluación médica que se realizó al represor en abril y que fue con la que el Tribunal le otorgó la domiciliaria el 22 julio pasado precisa que Etchecolatz, “más allá de las dolencias y padecimientos normales de un hombre de su edad, no presenta cuadro de salud grave que motive la concesión del beneficio de prisión domiciliaria”. Además detallan que los informes psicológicos precisan que el represor no presenta alteraciones de sus facultades mentales. Además, explican que según el informe de la directora del Hospital Penitenciario Central I de Ezeiza, Nelsy Medina, el centro de salud está en condiciones de cuidar al condenado y salvaguardarlo de cualquier achaque.
En base a esos antecedentes, los organismos calificaron de “arbitrario” el argumento de “razones humanitarias” esgrimido por el juez Germán Castelli y apoyado por el juez Carlos Michelle –con la oposición de Agustín Lemos Arias– para darle la domiciliaria al preso el 22 de julio pasado.
En contraposición, el viernes 12 de agosto pasado, el juez federal N° 3 de La Plata, Ernesto Kreplac, le denegó a Etchecolatz la domiciliaria, pero ordenó, a partir del consejo de peritos médicos, internarlo en un hospital fuera de la cárcel para ser atendido por la degradación que su salud sufrió por la huelga de hambre que realiza. Esa orden dispuesta por el magistrado en primera instancia, condicionaría la resolución del TOF1, que ahora con Esmoris, Castelli y Lemos Arias debe resolver si lo dejan o no tras las rejas.