Milagro Sala fue sancionada en el Penal de Mujeres de Alto Comedero -donde está ilegalmente detenida desde el 16 de enero- impidiéndole por diez días recibir visitas y todo tipo de comunicación. En repudio a esta situación la dirigente inició una huelga de hambre.
Según afirmaron desde el Comité por la Liberación de Milagro Sala, “los motivos no fueron dados a conocer ni a la diputada del Parlasur ni a sus abogados, negándole así el derecho a la defensa”.
Desde ese espacio responsabilizaron por la medida al Poder Ejecutivo provincial a cargo del contador Gerardo Morales y exigieron «la inmediata suspensión del castigo que agrava las condiciones de detención de la dirigente social».
Claudia, la hija de la legisladora, contó que “primero a mi mamá la pusieron en una celda de castigo y luego la trasladaron a su pieza” y que “sólo quieren que la veamos jueves y viernes una hora”. Por esa razón “ella empezó con una medida de fuerza que es no comer ni tomar medicamentos hasta que se levante la sanción”.
Asimismo, la Tupac Amaru también repudió que “por orden de Morales, incomunican y prohíben visitas a Milagro Sala sin dar a conocer razones y negándole el derecho a la defensa”.