Desde la llegada del macrismo el escenario todo se torna cada vez más complejo para los trabajadores. Despidos y flexibilización laboral se ubican a la orden del día en el marco de “un plan que conceptualmente engloba a todo lo que es el neoliberalismo”, según lo definió el coordinador nacional de la Corriente Agustín Tosco, Mario Alderete, quién además se refirió al rol central que debe cumplir el movimiento obrero frente a ese panorama.
En diálogo con esta agencia, el militante advirtió en primer lugar que “si desde el gobierno siguen avanzando, como lo están haciendo”, las patronales van a seguir buscando elevar la competitividad y la productividad, y que “el problema reside en que para bajar el costo hay que flexibilizar el trabajo, lo que significa quitar seguridad a través de contratos basura, de contratos temporarios, o de dejar sin vigencia los convenios sin fecha, que son los que deben regir la actividad laboral”.
En ese marco, subrayó que “lo que están haciendo es parte del plan, no es que no saben qué están haciendo, si no que han venido para esto” y agregó que se vuelve necesario frente a este panorama que “el rol del movimiento obrero sea de vanguardia y que esté a la cabeza de la lucha porque los trabajadores son los principales perjudicados”.
Para Alderete, “la organización de los trabajadores debe contribuir a la unidad de todo el campo popular, porque el problema no es sólo por una reivindicación socioeconómica, además es necesario construir una alternativa política que hasta ahora no aparece”.
“El movimiento obrero tiene que jugar un rol fundamental, debe defender las conquistas y los derechos de los trabajadores y para eso se necesita la unidad, pero la alternativa del campo popular no está conformada y el macrismo va a seguir avanzando”, abundó.
El dirigente señaló que “sería muy bueno si el movimiento obrero pudiera construir una sola central” aunque afirmó que “lamentablemente no están dadas las condiciones para esa única central”. La razón se debe “no sólo a que hay discusión en la cúpula acerca de si es un triunvirato el que va a conducir la CGT o si tiene que haber un solo secretario general, si no a que ha habido declaraciones altisonantes sin ninguna propuesta medida de fuerza y a que no participaron todos”.
Asimismo, para Alderete, otra de las desventajas en esa trilogía que postulan desde la CGT unificada, es “no hay ningún gremio industrial, son todos de servicios”. “Hay una confabulación en una clásica cúpula sindical colaboracionista donde pareciera que frente al peligro de la desindustrialización que hay en el país, los principales dirigentes de esa rama no quieren encabezar nada”, subrayó.
La propuesta de la corriente Agustín Tosco radica en fortalecer la CTA de los trabajadores y la unidad de las dos CTA. “Pensamos que la marcha lanzada por la Corriente Federal para el 31 de agosto tiene que contribuir a unir a las diferentes multisectoriales que se están desarrollando a los largo y ancho del país y empalmar con las organizaciones que exitosamente realizaron la movilización a plaza de mayo” el pasado 2 de junio.
“Buscar con iniciativas concretas la unidad y en esa unidad discutir el para qué la queremos”, refirió Alderete y añadió que “falta un programa y que sólo sobre esa base y en una nueva correlación de fuerzas, hay que plantear la necesidad de que haya una sola CGT”.
“No estamos por la división pero tampoco estamos en busca de una pretendida unidad para quedarnos callados frente al avasallamiento del macrismo”, concluyó el dirigente.