Bajo el título “El Movimiento Evita también despide trabajadores”, los periodistas despedidos del semanario Miradas al Sur emitieron un comunicado de prensa en el que le exigieron a Fernando “Chino” Navarro, Emilio Pérsico, Jorge Taiana, Adela Segarra, Raúl Lorenzo, Gerardo Rico y al conjunto de los integrantes de la Mesa Nacional del Movimiento Evita que asuman la responsabilidad legal que tienen con los empleados del medio “en tanto trabajadores y sean coherentes con los postulados de esa organización social y con sus declaraciones públicas sobre conflictos similares”.
Miradas fue comprado por la organización a Sergio Szpolski, en medio del proceso de dispersión de los medios que manejaba el ex zar multimedios de Tigre, hoy responsable de una serie de vaciamientos.
Los trabajadores, a través de las redes sociales, responsabilizaron al Movimiento Evita por el despido de 24 personas de la redacción sin previo aviso, desconociendo la relación de dependencia existente en un medio con 8 años de vida.
Los empleados informaron que el 29 de diciembre de 2015, el Movimiento Evita, propietario del semanario Miradas al Sur a través de su empresa Ultrakem S.A., envió sin previo aviso telegramas de despido a la totalidad de los trabajadores y sin tampoco poner a nuestra disposición las indemnizaciones correspondientes.
“Pese al envío de los telegramas, integrantes de la Mesa Nacional del Movimiento Evita explicaron que Miradas al Sur se relanzaría en abril con nuevo inversor y que la totalidad de los trabajadores pasaríamos a formar parte de la nueva empresa, que nos reconocería las condiciones laborales preexistentes”, agregaron, segun consignó el sitio Primereando las Noticias.
Y destacaron que “a siete meses de dicha promesa, han incumplido con su promesa de recontratación y continúan sin abonar las indemnizaciones, posiblemente apostando al desgaste de trabajadores que pasan meses sin cobrar”.
Concluyeron, además, que la Asamblea de Trabajadores de Miradas al Sur responsabiliza de todos estos hechos a los máximos dirigentes del Movimiento Evita que hoy, mientras emiten declaraciones de repudio por los despidos que ocurren en el Estado y en varios medios periodísticos de la Argentina, y denuncian a la vez la existencia de un “cerrojo informativo”, se comportan con nosotros como la más inescrupulosa de las patronales.