En tiempos de Mauricio Macri, no sólo se atropella la libertad de expresión de los medios críticos, se atacan redacciones periodísticas con la complicidad de la policía y se reprime la protesta social, sino que también se hostiga al ciudadano de a pie que expresa su descontento con el gobierno de Cambiemos.
Hoy se viralizó en las redes sociales un video que muestra el accionar violento de dos policías de la Federal que obligaron a bajar a un pasajero de la Línea Mitre en la estación Carranza del Ramal Suárez.
El hombre de 60 años llevaba un cartel que ponía de manifiesto algunas de las mentiras de Macri para acceder al poder, lo que motivó el enojo del guarda de la formación pidiéndole que se bajara.
Ante la negativa del pasajero, el guarda mantuvo detenida la formación y llamó a los federales para que lo sacaran del tren por la fuerza.
En la filmación puede verse cómo los efectivos de la fuerza traspasada al Ministerio de Justicia y Seguridad porteño justifican su accionar ilegal con argumentos como “está molestando al resto de los pasajeros” y “la libertad de uno termina donde empieza la del otro”.
Lorena Lillo, la mujer que grabó el video y salió en defensa del derecho a expresarse del hombre hostigado por la policía, dijo que “no le faltó el respeto” al resto de los pasajeros y se preguntó: “¿Estamos en una democracia o en una dictadura?”.
También contó que, cuando terminó el episodio y continuó el viaje, los agentes intentaron arrebatarle el celular y que “por lo bajo” la “puteaban”.
“Me decían conchuda de mierda, ahora vas a ver… Siempre bien cerca y bajito para que no escuche el resto de los pasajeros, y me decían que les entregara el teléfono”, denunció en diálogo con el portal Minuto Uno.
“Incluso –agregó- escucharon que le decía a mi marido por teléfono que me iba a bajar en la estación Tres de Febrero y cuando llego me están esperando más policías, por eso decido no bajarme ahí y seguir hasta Retiro. Me obligaban a que me bajara hasta que una señora intercedió diciéndoles que no estaba obligada a bajarme. Seguí hasta Retiro, me fui a la punta de la formación y cuando llegamos me bajé y me fui corriendo hasta donde estaba mi marido que me había ido a buscar”.