Los seis diputados nacionales del Movimiento Evita confirmaron hoy su alejamiento del bloque del Frente para la Victoria, que conduce Héctor Recalde, aunque aclararon que “las diferencias no son ideológicas sino políticas”.
Se trata de Leonardo Grosso, Andrés Guzmán, Lucila De Ponti, Remo Carlotto, Araceli Ferreyra y Silvia Hornelos, quienes a partir de ahora conformarán una bancada propia denominada Peronismo para la Victoria.
“Nos vamos del bloque, pero no renegamos del pasado”, señaló Grosso durante una conferencia de prensa en el Anexo de la Cámara Baja y detalló que, entre las “diferencias”, figuran la “falta de autocrítica” tras la derrota electoral y la necesidad de combatir “sin medias tintas” a la corrupción.
“La respuesta del FpV fue insuficiente”, consideró Horne, al hacer alusión al caso del detenido ex secretario de Obras Públicas de la Nación, José López.
Más tarde, en un comunicado, afirmaron que “no podemos dejar que la corrupción ensucie la única herramienta que tienen los trabajadores para conquistar derechos: la política”, dijeron no tener “nada que ocultar” y celebraron haber tenido “un gobierno que amplió los derechos de las mayorías”.
Al apuntar contra Mauricio Macro, advirtieron que el país “está transitando un momento de profunda gravedad política, social y económica”, y denunciaron la “feroz embestida neoliberal” de Cambiemos, que “avanza sobre los derechos adquiridos por nuestro pueblo durante los últimos 12 años”.
Con la partida del Movimiento Evita, el bloque del Frente para la Victoria quedó en Diputado con unos 70 miembros.