Las organizaciones sociales y gremios que integran la la CTA de los Trabajadores, de Hugo Yasky, y la Autónoma, de Pablo Micheli, se concentraron en 9 de Julio y Avenida de Mayo para marchar desde allí -y desde otros puntos de la ciudad- hasta la Plaza de Mayo.
La jornada de protesta finalizó allí con un acto central en repudio al veto del presidente Mauricio Macri contra la ley de emercencia ocupacional, aprobada en el Congreso Nacional y que buscaba frenar los despidos por tres meses.
Durante el acto, Hugo Yasky advirtió que “o las políticas cambian o la lucha va a crecer”, por lo que reclamó al gobierno nacional la puesta en marcha de una “agenda social” para poder enfrentar los «brutales» aumentos de las tarifas y la canasta básica.
Asimismo, convocó a las CGT a sumarse en una lucha conjunta de los trabajadores, luego de que las centras obreras se ausentaran en la movilización de hoy: «Le decimos a la CGT que estamos dispuestos a retomar el camino de la unidad en la acción», precisó.
Por su parte, Pablo Micheli se mantuvo en la misma línea y adelantó que «si no hay respuestas» a los reclamos de los trabajadores por parte del gonbierno nacional, «hay que construir un paro general».
Además de las dos CTA, también confluyeron en la movilización algunos sindicatos pertenecientes a las CGT, como La Bancaria, Aceiteros, trabajadores de curtiembres y los telefónicos de Foetra. Todos ellos fueron acompañados por legisladores del Frente para la Victoria y espacios políticos de Izquierda.
De esta manera, unos 40 mil trabajadores que se acercaron a la plaza en el centro de Capital Federal, rechazaron las políticas de ajuste y los tarifazos en los servicios aplicado por el gobierno macrista desde la asunción del poder en diciembre pasado.
La ausencia de los líderes de las CGT que habían marchado el pasado 29 de abirl fue uno de los puntos destables de la jornada. Sin embargo, miles de trabajadores asistieron a la segunda movilización masiva que los argentinos realizan contra las políticas de ajuste de Macri.