En ese sentido, alertó que corren peligro mil puestos directos de trabajo, ya que la empresa YPF “tomó la decisión de bajar 14 equipos de la cuenca del Golfo San Jorge”.
“Este es un trabajo del Gobierno nacional que busca que haya desinversión en la petrolera para privatizarla o asociarse con empresas foráneas”, criticó el gremialista. Así, cuestionó que la administración macrista busca que YPF “se vea como una compañía que da pérdida”, al tiempo que evaluó: “La gente de estas provincias vive del petróleo”.
Este fin de semana la empresa emitió un comunicado en el cual criticó a los trabajadores por romper la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Nación.
Al alertar que la huelga afecta el 40 por ciento de la producción diaria de YPF, la compañía señaló que la medida ocasionó destrozos en las instalaciones y pérdidas millonarias.
Con relación a esa cuestión, Ávila consideró que se trató del “peor” comunicado en la historia de YPF, mientras argumentó: “Hace responsable al trabajador de los que está pasando y ellos son los que quieren vaciar la compañía”.
“Los trabajadores no generaron ningún destrozo. Hay vigilancia y una seguridad tremenda”, insistió, mientras subrayó: “El sindicato llegó a hacer movilizaciones de 20 a 40 mil personas y nunca hubo un problema. Ahora no hay ni piquetes, los empleados del sector están en sus casas”.
Al explicar que en las últimas horas la empresa alertó que se registró un “derrame de petróleo”, Ávila resaltó: “No queremos afectar nuestras herramientas de trabajo”.
“No tienen personal. Puede que no estén capacitados para manejar su propia planta y terminan culpando al trabajador. Más daño psicológico que el de estos últimos meses creo que no existe”, fustigó.
Indicó, además, que en el sector “se despidió mucha gente” y aseguró que los trabajadores quieren encontrar un “canal de diálogo que permita encontrar una solución a la negociación”.
Por otro lado, señaló que el martes el sindicato se reunirá con las cámaras empresariales en el Ministerio de Trabajo para continuar con las negociaciones salariales.
A la huelga de los petroleros se la suma un bloqueo del sindicato de Camioneros en la planta de entrega de combustibles en Comodoro Rivadavia, otro elemento que pone en riesgo el abastecimiento.