En Berisso, con un intendente de Cambiemos, como Jorge Nedela, cada cuadra céntrica se encuentra asediada por tres fuerzas policiales: un patrullero de la bonaerense, uno de prefectura, además de cuatro efectivos de la policía local. A esto se le suman las cámaras instaladas cada cincuenta metros, que son controladas minuto a minuto en un centro de monitoreo.
Es literalmente imposible para cualquier joven de los barrios transitar por estos lugares en paz, sin ser requisado, palpado o demorado. En ese marco, resulta difícil creer que nadie vio, nadie grabó, nadie registró qué pasó con Alexander este miércoles, mientras se encontraba en uno de los puntos más vigilados del centro local.
En Berisso, la vida se ha transformado en un valor de lujo para los hijos de los trabajadores: hace pocos meses se repitió la misma escena cuando desapareció la Joven Evelin Atonella Herrrera, cuyo cuerpo fue encontrado luego de largas semanas de búsqueda, inconcebiblemente a metros de la Comisaría Primera.
La familia tiene enormes dudas en cómo se está llevando adelante la investigación, por lo que adelantaron que volverán a llamar a una nueva movilización en caso de no tener novedades en los próximos días.
Más de 250 jóvenes y trabajadores marcharon por la calles exigiendo la inmediata aparición de Alexander, hijo de laburantes, jugador del club de sus amores y más que querido y respetado por todo su barrio, amigos y compañeros. Todos se preguntan por qué todo el dispositivo que solo sirve para espiarnos, no sirve para nada al momento de aportar un solo dato para dar con su paradero.
Desde el gremio docente, la lista Marrón, junto a su familia y amigos, exigen al gobierno de Jorge Nedela la inmediata aparición de Alexander, haciéndolo responsable a él y a todo su aparato de represión de la integridad de su vida.