A través del decreto 701/2016, publicado en el Boletín Oficial, Mauricio Macri vetó la Ley Antidespidos acompañado de una extensa argumentación en la que renueva las críticas ya formuladas a la iniciativa del movimiento obrero sancionada por la Cámara de Diputados el jueves pasado. Para explicar su rechazo a la norma, sostiene “que uno de los grandes objetivos propuestos por el Gobierno es avanzar hacia la pobreza cero, y para lograrlo se encuentra realizando acciones y políticas para crear millones de puestos de trabajo, a los fines de que la mayor cantidad posible de habitantes de la República Argentina tengan trabajo”.
No obstante, la gestión de Mauricio Macri incurrió en 140 mil despidos entre trabajadores estatales y del sector privado. Además de haber elevado el índice de pobreza y despertar, incluso, la preocupación en la Iglesia por las políticas llevadas adelante por la restauración neoliberal.
El gobierno nacional justifica el uso de un mecanismo absolutamente antidemocrático como el veto, mediante el cual un solo hombre pasa por encima de la voluntad de la Casa del Pueblo y de millones de trabajadores que vieron con ojos favorables la llamada ley antidespidos. La normativa fue propuesta por más de 300 mil trabajadores que se movilizaron el último 29 de abril y respaldada por el 61 por ciento de la población nacional, según estudios.
Cabe destacar que no es la primera vez que el Presidente incurre en el uso y abuso de su investidura. En concordancia con el actual veto a favor del empresariado, ideó una catarata de Decretos de Necesidad y Urgencia con el mismo objetivo de concentrar la riqueza en los poderosos.