Durante su discurso, Mauricio Macri responsabilizó al Frente para la Victoria, principal fuerza política que impulsó la ley antidespidos, de querer «poner palos en la rueda» al Gobierno. «Piensan que tiene que haber un Estado que nos someta a todos» y «no quieren que tengamos nuevas oportunidades ni que le vaya bien a este gobierno», acusó.
Para justificar su decisión, «tomada a pesar de haber escuchado a aquellos que me dijeron »no te conviene»», el mandatario dijo que la ley aprobada por Diputados hace poco más de un día atentaba «contra la libertad» y generaría «más pobreza», aunque no explicó los porqué.
Calificó a esa norma como «una ley que congela el empleo» y que es «un cepo al trabajo» e insistió con que su aplicación perjudicaría «claramente a aquellos que están en la pobreza y que son más fáciles de manipular y someter».
Aseguró, también, haber tomado esa decisión «con enorme confianza y tranquilidad en el camino que hemos emprendido», y vaticinó que, ya no en seis meses, sino «en un año vamos a comenzar a ver los frutos de este camino que empezamos a recorrer».