La gobernadora María Eugenia Vidal arribó hoy a Bahía Blanca con promesas de obras públicas y asegurando que su compromiso es que “la gente se sienta escuchada”, aunque intentó eludir el reclamo de miles de trabajadores de la construcción, docentes y auxiliares de la educación que se movilizaron contra del ajuste y los despidos.
En el marco de los festejos oficiales por el 188 aniversario de la ciudad, las inmediaciones de la Plaza Rivadavia amanecieron totalmente valladas y con una enorme cantidad de policías que más tarde se encargaron de bloquear el paso de los manifestantes y reprimirlos con gases lacrimógenos.
“La garantía de transitar libremente quedó en el olvido y los comerciantes de la zona debieron abstenerse de trabajar. Un verdadero festejo”, ironizaron desde la agrupación Resistiendo con Aguante.
En tanto, los auxiliares de la educación nucleados en Soeme recordaron durante la protesta a la trabajadora marplatense Yolanda Mercedes, quien falleció de un ataque al corazón al advertir que en su cuenta bancaria sólo había 40 pesos, producto del descuento que le realizó la Provincia.
A raíz de este caso, el sindicato denunció penalmente a Vidal y a su director general de Cultura y Educación, Alejandro Finocchiaro, por el delito de homicidio culposo. “Mercedes ni siquiera había realizado la retención de tareas en el marco de las paritarias”, indicaron desde Soeme y denunciaron que “se les aplicaron descuentos a compañeros con licencia por ACV o por maternidad”.
Si bien los trabajadores no pudieron llegar hasta el acto donde habló la gobernadora, una chica que estaba en silla de ruedas logró interrumpir su discurso en el hall del Palacio Municipal para transmitirle el malestar por las políticas de ajuste del macismo.
“Lo importante es que podamos expresarnos porque estamos en democracia”, le respondió Vidal mientras la policía arrojaba gases contra la multitud que quería manifestarse por “trabajo y salarios dignos”.