Por Cecilia Valdés / El Senado aprobó la derogación de las leyes Cerrojo y de Pago Soberano para pagarle a los fondos buitre, lo que le permitirá al presidente Mauricio Macri volver a endeudar al país con consecuencias que pueden ser catastróficas a mediano, corto y largo plazo. Afortunadamente para el macrismo, en el camino de regreso a la dependencia y el endeudamiento estuvo acompañado no sólo por parte del Frente para la Victoria, sino también por sus aliados incondicionales: el grupo Clarín.
El proyecto aprobado por el Congreso, tal como consignó Página12, ratifica los acuerdos que alcanzó el gobierno de Mauricio Macri con los fondos buitre, que contempla el pago en efectivo a estos grupos carroñeros antes del 14 de abril, para lo cual se emitirá deuda por 12.500 millones de dólares a cinco, diez y treinta años. Además se derogaron las leyes Cerrojo y de Pago Soberano, -una condición impuesta por los buitres y por el juez Thomas Griesa- y se prorrogó la cesión de jurisdicción para dirimir futuros litigios a los tribunales neoyorquinos
Esta iniciativa, “será recordada como el inicio de un proceso de endeudamiento para el país y de la emisión de bonos más grande para una economía en desarrollo de los últimos veinte años, que tendrá como destino pagarle a los carroñeros”, tal como informó el diario.
Sin embargo, lejos de darle visibilidad al grave problema que generará el endeudamiento, el diario Clarín decidió plantear otra realidad y afirmó, el pasado jueves, que “El Senado aprobó la ley para salir del default”. Es que para el grupo hegemónico, la aprobación del proyecto que permite que la Argentina vuelva a endeudarse es “un avasallante triunfo político” del espacio Cambiemos.
Esa distorsión de la realidad no resulta nada nuevo. Basta recordar algunos ejemplos en sus notas de tapa como la del 24 de marzo de 1976, cuando tituló: “Nuevo Gobierno”, tras el golpe de Estado cívico militar más brutal en la historia del país. Otro ejemplo clave es la tapa del 27 de junio de 2002, aquella de “La crisis causó dos nuevas muertes”, tras el asesinato de los militantes sociales Maximialiano Kosteki y Darío Santillán.
No es novedad que la empresa de Ernestina Herrera de Noble siempre se ubicque del lado de los poderosos, pero resulta interesante abordar qué rol juega el entramado mediático en el escenario político actual.
El modelo teórico metodológico Intencionalidad Editorial, que surge en el seno de la facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP con el objetivo de brindar herramientas para analizar el hecho periodístico en sí, advierte que “el periodismo y la práctica periodística forman parte de la puja por el poder, ya sea para construirlo o defenderlo, ya sea para modificarlo en su tipo o naturaleza. En esa dialéctica se apoya el discurso periodístico del bloque de poder para incurrir entonces en un «error» deliberado -en un alejamiento del concepto de Objetividad respecto de su necesaria referencia a hechos comprobables-, al convertir su Parcialidad en Objetividad. Es decir, al intentar convertir su propio discurso de clase o de grupo en Objetividad en discurso universal”.
Ahora bien, ¿Por qué ese ocultamiento conceptual deliberado?, “porque la experiencia histórica del discurso como disciplinador social y herramienta de construcción y conservación de poder demuestra que la efectividad del mismo depende de su convalidación como discurso universal”, tal como plantea el modelo Intencionalidad Editorial.
En ese punto, cabe reflexionar acerca de cómo ha contribuido Clarín para calar hondo en la sociedad aferrándose al discurso del “algo habrán hecho” o para instalar la idea del “caos en el tránsito” frente a un piquete. Esta vez, el discurso monopólico se centra “celebrar la salida del default”, es decir en justificar el endeudamiento que, como ya hemos visto, tanta miseria y dolor ha generado en el pasado. El mecanismo, sigue siendo el mismo.