Mauricio Macri llegó hoy al aeropuerto de Fiumicino y luego se dirigió al Hotel de Russie, ubicado en las inmediaciones de la céntrica Piazza di Popolo, a pocas cuadras de la Ciudad del Vaticano.
Horas después un grupo de manifestantes se concentró frente al hotel para manifestar su rechazo al presidente argentino con cánticos, batucada y carteles donde podía leerse “Libertad para Milagro Sala”, “Patria sí, Buitres no”, “Basta de despidos” y “Macri = Hambre”.
El escrache fue organizado por el Frente Murguero Italiano, la Asociación de Exiliados Argentinos en Italia por la Memoria, la Verdad y la Justicia, y militantes de la agrupación política Proggetto Sur.
“Esto no es sólo por la liberación de Milagro, también es contra el ajuste, por los despidos y por la política económica”, explicó uno de los manifestantes y agregó que los murgueros “están muy enojados por la represión en la Villa 1-11-14”. De esta forma, se refirió al ataque con balas de goma del mes pasado, cuando Gendarmería arremetió contra la murga Los Auténticos Reyes del Ritmo, dejando 16 heridos, entre ellos varios niños.
Macri viajó a Roma con su esposa, Juliana Awada, algunos gobernadores y funcionarios de su gabinete para reunirse con el papa Francisco.
El encuentro, que se concretará este sábado, genera mucha expectativa por el mensaje que pueda transmitirle el Sumo Pontífice en medio del fuerte ajuste y la criminalización de la protesta social que vive la Argentina.
De hecho, días atrás, Francisco le envió un rosario bendecido a la máxima referente de la organización Tupac Amaru, detenida en Jujuy desde el 16 de enero último por protestar contra el gobernador Gerardo Morales.