Este lunes, cientos de personas se manifestaron en la puerta de la Municipalidad de La Plata contra la nueva gestión, luego del despido de 4.500 trabajadores y la posterior represión que tuvo lugar la semana pasada. De la convocatoria participaron trabajadores despedidos, como así también organizaciones sociales y políticas y sindicales bajo la consigna “En defensa de los derechos conquistados y contra del achicamiento del Estado”.
Es que la semana pasada, el flamante intendente no sólo decidió no renovar los contratos que se vencían, sino que además despidió a varios trabajadores que ya se encontraban en planta permanente. Frente a esto, el viernes pasado se realizó una manifestación en repudio a esta decisión, donde la Policía Bonaerense llevó a cabo una feroz represión en Plaza Moreno, dejando una veintena de heridos.
En el encuentro de este lunes, esta agencia dialogó con Vanesa, quien fue despedida, junto a otros 32 compañeros, tras cinco años de trabajo en la Secretaría de Presupuesto Participativo. “No nos avisaron nada, llamamos para reclamar el papel de IOMA para poder renovar y ahí nos enteramos que estábamos despedidos”, contó.
La trabajadora contó además que fue reprimida el pasado martes, cuando varios empleados se apostaron en el edificio para exigir que el intendente Julio Garro hablara personalmente con ellos. “Lo único que queríamos es el que el nuevo intendente saliera a hablar con nosotros. Ese día, dentro de la Municipalidad, nos quisieron reprimir y el viernes nos pegaron una terrible paliza”, dijo y apuntó contra la nueva gestión macrista: “Son represores”.
Otras dos despedidas que conversaron con AgePeBA y prefirieron mantener su identidad bajo reserva por seguridad, comentaron: “Nosotras somos trabajadoras municipales y nos dejaron sin trabajo el 7 de enero sin explicarnos nada, sólo queremos que nos lo devuelvan”.
Asimismo, apuntaron contra el intendente por la feroz represión del viernes pasado. “No estábamos haciendo nada, estábamos en calma; la Policía salió a reprimir porque Julio Garro dio la orden”, afirmaron.
Por su parte, Ezequiel Lopardo de la organización Quebracho, afirmó que “con la excusa construida en los medios de comunicación de que los empleados que están en observación o son expulsados, son ñoquis, están haciendo una racia hacia toda la clase trabajadora estatal”.
“El caso de la municipalidad de La Plata no es el único, se suman Quilmes, Lanús, y disintos puntos de la Provincia y la Nación; también el Centro Cultural Néstor Kirchner fue vaciado”, comentó, y explicó que desde Cambiemos “han construido un terreno como en los ‘90, cuando se decía que las empresas estatales daban déficit, que eran que había mucha corrupción, y se estatizó todo”.
“Acá los medios de comunicación hicieron un buen trabajo para hacer creer que los trabajadores del Estado son ñoquis. Legitiman eso con un discurso y pueden, aunque con mucha dificultad, legitimar así la represión”, remarcó.
Por último, Lopardo destacó que desde el Gobierno “están achicando el Estado para poder consagrar sus grandes negocios que no están relacionados a los intereses de la Argentina, sino de las empresas privadas».
«Lo que nosotros planteamos es que con el trabajo no se pueden meter, que la corrupción no tiene que ver con los trabajadores sino con las empresas que históricamente hicieron sus negociados y que lo quieren seguir haciendo a cuesta del hambre y la desocupación de la población argentina”, concluyó.