La decisión de la jueza comercial Valeria Pérez Casado de dictar la quiebra de Cresta Roja llegó luego de la brutal represión ordenada por el gobierno de Mauricio Macri sobre la Autopsita Ricchieri, donde los trabajadores se manifestaban por sueldos adeudados y la continuidad de miles de fuentes laborales.
“La conducción de la empresa ya no está en manos de Rasic Hermanos, sino de la Sindicatura”, confirmó el titular de la cartera laboral, Jorge Triaca, tras reunirse con los delegados, y agregó que el fallo solicita “la colaboración de ministerios de nación y provincia para poder subsanar la situación de los trabajadores”.
El delegado Christian Villalba calificó como “medianamente favorable” el resultado de la reunión con el funcionario macrista y señaló que ahora “empieza un nuevo camino», a la espera de una firma que compre los activos de Cresta Roja.
“El que metía palos en la rueda era el dueño, culpable de la situación del día de la fecha, y ya no está más. No lo van a dejar salir del país, le embargarán todo y van a hacer las investigaciones correspondientes”, precisó.
Villalba también adelantó que el corte sobre la autopista Ricchieri, cerca del Aeropuerto de Ezeiza, se levantará una vez que dejen en libertad a los dos detenidos durante la represión.
El violento accionar de la Gendarmería este martes dejó, además, una docena de trabajadores heridos, uno de ellos de gravedad al recibir el impacto de perdigones de goma en la espalda, por lo que debió ser trasladado de urgencia a un hospital cercano.
Consultado sobre los salarios adeudados, Villalba indicó que “a los 4.000 pesos de Repro ya cobrados”, se sumará una suma fija de 6.000 pesos por trabajador a partir del mes enero “para poder paliar la situación” y se entregará un bolsón navideño para pasar las fiestas.