Por Azucena Racosta / Aquella vieja utopía del hijo de mil putas de Massera, se hizo realidad. Lo que no pudo lograr con el llamado «partido militar»; llega hoy de la mano de sus mejores alumnos, sus alcahuetes y los traidores de toda la vida.
La derecha conservadora, chupasirios, ultramontana y fascista está en el poder ya no sólo económico, sino también político e institucional.
Alrededor de ellos, un montón de festejantes. Lo que más lamento es que la mayoría de ellos, los puteará dentro de uno o dos años.
En lo personal estoy triste. Argentina atrasa 40 años; no 20. Menem fue el mejor alumno de éstos que ganaron hoy. Pero ahora, ya no necesitan a un Menem; ni tampoco a los milicos.
La única mueca de sonrisa que se me escapa ahora, es que desde hace un rato a esta parte, los gatos dejaron de ser pardos. Quienes nunca cambiamos de color y tenemos memoria, sabemos de esos nombres y apellidos.
Ha ganado la derecha en las urnas sin partido prestado, ni golpe de Estado.
Han triunfado los J.J. Paso, los Rivadavia, los Unitarios, el PAN, Uriburu, la Libertadora, La Revolución Argentina, El Proceso de Reorganización, la Sociedad Rural, la Patria Contratista, las Multinacionales, la Revista Cabildo, la ALIANZA.
Los trabajadores sabemos lo que eso significa.
Han ganado los «mejores de nosotros», los tolerantes, los blancos, los republicanos, los honestos.
No han perdido los iluminados, los verdes, los suaves, los sensibles.
Hemos perdido los feos, los sucios, los faloperos, los malos, los jetones, los que tenemos olor a chivo y a pata.
No tengo miedo. Sólo abriré el cajón de las viejas artes.
Hay que seguir para adelante.
La soga viene con mierda y hay que agarrarla con los dientes.