Juan Manuel Suárez/ Desde la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza repudiaron “enérgicamente” el ataque a la Casa de la Memoria de Morón, donde funcionó un centro clandestino de detención y tortura entre 1977 y 1978. Hace pocos días, en la fachada del edificio apareció pintada la frase “el 22 se les acaba el curro”, en alusión a los dichos de Mauricio Macri sobre derechos humanos.
“Esto es una afrenta a todas las organizaciones de derechos humanos y sobre todo a lugares que expresan la memoria de lo acometido por el terrorismo de Estado , y poner ahí una frase que tiene que ver con algo que dijo el candidato de Cambiemos, es para pedirle explicaciones a la persona que hizo eso”, explicó Pablo Pimentel.
La ex Mansión Seré fue el primer espacio latinoamericano dedicado a recuperar y ejercitar la memoria colectiva, inaugurado en el año 2000, al que luego se sumaron decenas de ex centros clandestinos de detención transformados a partir de la gestión del gobierno de Néstor Kirchner primero y posteriormente Cristina Fernández de Kirchner, en espacios para la memoria.
En ese sentido, el presidente de la APDH de La Matanza manifestó su “enérgico repudio” al ataque que sufrió el espacio para la memoria de Morón, y pidió que la justicia “pueda dar con algún indicio, porque siempre alguna cámara para observar hay”.
Al ser consultado sobre el trabajo realizado por los organismos de derechos humanos y la defensa de los mismos, Pimentel manifestó que “tenemos que poner blanco sobre negro para demostrar que la Argentina está dispuesta a no retroceder en materia de derechos humanos, derechos sociales y de reivindicaciones que tiene que ver con la igualdad y la dignidad”.
Asimismo, el experimentado militante por los derechos humanos reconoció que en estos días “será importante en la Argentina tener una memoria responsable y no volver a tiempos que nos costó muchísimo remontar, sobre todo para que haya verdadera justicia y no haya venganza, sino que haya reparación a todas las víctimas del proceso de la última dictadura cívico-militar”.
De esa forma, reiteró que “hay que repudiar este tipo de tropelías y espero que la sociedad argentina no lo acepte, porque es gente totalmente trasnochada”, precisó en referencia al ataque al espacio de la memoria y pidió “dar con ellos para denunciarlos, aunque es muy difícil porque todo esto se hace anónimamente, y es una cobardía total”.