Por Ariel Spini / Atajo, organismo dependiente del Ministerio Público Fiscal de la Nación, junto al Instituto Universitario de Derechos Humanos, llevó adelante una serie de estudios en distintos barrios vulnerables de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, destinados a obtener nuevas herramientas democráticas para alcanzar la meta de una Justicia que interpele a todos los sectores de la sociedad y no sea restrictiva. A lo largo de ocho meses, el organismo conducido por Julián Axat realizó encuestas en la villa 1-11-14 del Bajo Flores, en la villa 20 de Lugano, la villa 31 y 31 bis de Retiro.
El estudio tomó en cuenta distintos ejes: el primero destinado a las problemáticas diarias de los habitantes de los barrios; el segundo apuntó a las situaciones vinculadas a la limitación de la justicia, cuales son los mecanismos estatales que consideran para resolver los problemas; el tercero direccionado a la acción de las fuerzas de seguridad en el territorio; y el último vinculado con la violencia de género.
La radiografía arrojó las deficiencias de un sistema judicial para pocos, alejado de los sectores vulnerables y que no ha logrado la democratización. En dialogó con esta agencia el titular de Atajo, Julián Axat, manifestó que “la gente cree que la justicia es un mecanismo para resolver los conflictos, pero no utilizan esos mecanismos porque los desconocen. Ven a la Justicia como una parte del Estado bastante oscura, descreen de sus funciones”.
En ese sentido, subrayó que el estudio “da cuenta de las formas en las que viene interviniendo la Justicia en nuestra democracia y también cual es la percepción de los sectores más vulnerables que son los que más lejos están de los mecanismos tradicionales de los accesos de justicias”. A su vez, aseguró que “los obstáculos entre la gente más pobre y el sistema de administración de Justicia son tanto la distancia física y geográfica, pero también la distancia lingüística”.
“El censo está evidenciando la necesidad de aproximar la Justicia a la gente a través de mecanismos amigables, más transparentes”, aseveró Axat. Asimismo, subrayó que “poder acercar la Justicia a la gente es una deuda de la democracia. Atajo es una forma de salvar está distancia geográfica y cultural, se trata de generar una cultura del derecho, explicarle a la gente que es un juez, un fiscal, un defensor”.
En la misma línea, remarcó que de cara al futuro el próximo gobierno nacional “debe modificar el procedimiento judicial, es de vital importancia la reforma procesal nacional para transformar las instituciones judiciales procesales penales, eso implica la resolución alternativa de conflictos, un cambio en las prácticas e imaginarios”. “Está reforma tiene que venir de la mano de una cultura judicial nueva que llegue a la gente, que transparente los mecanismos de acceso a la justicia”, concluyó Axat.