Por Germán Celesia / Los economistas de Cambiemos mantienen un estricto silencio desde hace varios días, de manera de no anunciar nuevos “ajustes” a expensas de los sectores populares, pero Mauricio Macri sigue haciendo anuncios involuntarios: en este caso, anticipó el fin del programa “Precios Cuidados” debido a que “no hará falta porque vamos a bajar la inflación”, según afirma, aunque entre la “liberación” del dólar y la quita de subsidios algunos economistas ya pronostican una suba del índice de precios minoristas cercana al 30%. Además, afirmó que “el tema de los feriados, no fue bueno” y puso en duda la continuidad de la megaferia Tecnópolis porque “complica el tránsito”.
Macri, además, consideró “un invento del kirchnerismo” la causa por escuchas ilegales en la que está procesado, y en la que existen elementos de prueba que lo incriminan, incluyendo el contenido de las escuchas sobre familiares y adversarios políticos del actual Jefe de Gobierno porteño. Lo paradójico es que el macrismo, con la complicidad de la prensa hegemónica, viene utilizando la vía judicial para tratar de dañar la imagen del gobierno e influir sobre el ánimo de los electores.
En horas previas a la primera vuelta electoral, las diputadas macristas Laura Alonso y Patricia Bullrich presentaron una disparatada denuncia contra el gobierno que dio pie a una campaña mediática que incluyó el siguiente título de la edición de Clarín del 21 de octubre: “Denuncian espionaje contra jueces, políticos y periodistas”. Y este otro de La Nación: “Denuncian al gobierno por espiar a jueces, políticos y periodistas”. La acusación, como era previsible, quedó en la nada porque los domicilios señalados no existían y las denunciantes no aportaron ninguna documentación que avalara lo que los medios hegemónicos presentaban como una verdad incontrastable.
No casualmente hoy los medios dominantes apelan al mismo recurso: acusar al gobierno de lo que sea, ayudado en este caso por el juez Claudio Bonadío, que sigue en funciones sólo porque la oposición no votó en favor de su destitución por múltiples irregularidades cometidas en su cargo. El magistrado, con el auxilio de la policía macrista, allanó el Banco Central con la excusa de buscar documentación que la entidad ya le había enviado. Lo hizo también partir de otra denuncia de la oposición. Así, dio la excusa perfecta a los medios dominantes para mantener en un discreto segundo plano todo anuncio del postulante de Cambiemos sobre medidas en un eventual gobierno a su cargo.
“Allanaron el Banco Central por las operaciones de Vanoli con el dólar”, titula Clarín. Así, personaliza en el presidente de la entidad una sospecha de una vaguedad pocas veces vista, ya que no está claro cuál sería el ilícito que se le imputa. “Allanan el BCRA por operaciones de Vanoli con el dólar a futuro”, titula La Nación. El Cronista coincide en poner el tema en primera plana pero lo hace colocando la cuestión en un contexto más correcto: “Tensión pre ballotage: allanan el BCRA con policías porteños por contratos de dólar futuro”. Dice Ambito: “Allano Bonadío el Central; dura réplica oficial”.
Lo central de las portadas de los medios opositores, en especial La Nación y Clarín, es que restan importancia a los anuncios de Macri, que por ejemplo son tema central de Página/12, que habla de “precios descuidados”.
Con todo, a modo de atenuante de la operación contra el oficialismo, Claudio Savoia, columnista de Clarín, concede que lo de Bonadío fue “el primer servicio judicial a Mauricio Macri”, al que implícitamente da por ganador de la segunda vuelta electoral.“El golpe de ayer contra Alejandro Vanoli tiene otra lectura política: el titular del Banco Central, atornillado a ese sillón mediante una ley, había avisado que no lo abandonaría si Macri llegara a la presidencia, tal como pretende el líder de Cambiemos. Su derrotero judicial –que podría empeorar de aquí a diciembre– debilitó aquella resistencia. Es el primer servicio de Bonadio al candidato favorito”, afirma.
En la Nación; Laura Serra se refiere a Alejandro Vanoli, presidente del Banco Central, como “el primer funcionario en la mira de Macri”, y anticipa: “Si gana el domingo, el líder de Cambiemos promoverá su salida”.Por cuerda separada, el diario reproduce declaraciones radiales del postulante opositor. Pero sólo frases de ocasión, nada de “ajustes” contra los más necesitados. Es más, según el matutino Macri afirmó: “Nunca dijimos que íbamos a hacer un ajuste salvaje o una megadevaluación», con lo cual desmintió a sus propios economistas.