Por Lucía Pires / El diputado nacional Claudio Lozano dialogó con AgePeBA tras el comunicado que lanzó su partido de cara al balotaje. Unidad Popular llamó a “no votar a Macri” y anunció su participación en “todas aquellas iniciativas que se esfuercen y comprometan con bloquear el proyecto” político encarnado por el líder del PRO, ante un “horizonte de ajuste cambiario, fiscal, reendeudamiento, sojización y megaminería”.
“La posición política que nuclea a nuestro espacio tiene que ver con que creemos que no se puede subestimar lo que significa Macri: un integrante del establishment empresarial dominante de la Argentina”, afirmó y señaló que “es la primera vez que un integrante de este espacio puede llegar a través del voto a conducir el destino del país: históricamente, para que eso sea posible, necesitaron de la dictadura, o de trasvestir al peronismo y radicalismo”.
En ese sentido, aseguró que la posibilidad de que Macri llegue a presidente “significa un golpe duro para la Argentina”, y aseveró: “Nosotros no lo votamos, estamos con los que votan a Scioli, los que votan en blanco y los que anulan”.
Sobre la historia del líder del PRO, recordó que es parte de un grupo empresario que construyó su relevancia en la Argentina sobre la base del vínculo directo con la dictadura, la asociación con los contratos del Estado y el proceso privatizador, que incluso ha profundizado su desarrollo durante los ‘90, del mismo modo que fue parte de la patria contratista durante el gobierno de Alfonsín.
“En la última década y media, por un lado se transformó en el primer grupo empresario asociado con los chinos, al mismo tiempo que dividió su grupo empresario para poder participar de manera significativa en los negocios de la ciudad de Buenos Aires, trasladándole a su sobrino, Ángel Calcaterra, todo lo que tenía que ver con obras. Su empresa, ODS, es uno de los principales contratistas del Estado de la ciudad de Buenos Aires”, desarrolló.
“En ese marco, Macri ha tenido una experiencia concreta que lo ubica como empresario en los ’90, con una gestión vinculada al menemismo. Aunque hoy se desdiga, más que ‘campaña del miedo’, lo que hay es un recordatorio de roles y definiciones de él y de quienes lo acompañan”, subrayó.
En ese sentido, destacó que “su gobierno en la Ciudad es bastante elocuente por haber triplicado el endeudamiento, que no se tradujo en un incremento en la participación de la inversión en el total del presupuesto, que es la misma que antes, sino que se ha observado un presupuesto que ha expandido el sobrepago a los contratistas y reducido la participación del gasto social”.
De cara al balotaje, expuso que “se puede observar la lógica del funcionamiento en su propia gestión: no es casualidad que haya tenido dificultades para bajar la mortalidad infantil y que no se haya avanzado en procesos de urbanización serios. Resulta extraño escucharlo hablar de pobreza cero o de que cada uno tenga una casa cuando hizo del negocio inmobiliario la lógica de la ciudad”.
Sobre el debate presidencial, opinó que “se lo vio a Macri en un discurso relajado vinculado al manual de autoayuda con el que suele expresarse casi sistemáticamente, proponiendo un mundo feliz. Asimismo, no pudo hablar de lo que dicen sus economistas, ni de las votaciones de sus legisladores en el Congreso, ni pudo responder respecto a la gestión de su propio gobierno en el tema de la mortalidad infantil”.