Por Juan Manuel Suárez / Los tres disparos que recibió Lucas Cabello, de 20 años, el pasado lunes en el barrio de La Boca luego de comprar un sanguche de milanesa junto a su hija, pone al descubierto el accionar represivo de una fuerza de seguridad ideada por el jefe de Gobierno porteño y candidato a la presidencia por la derechista Alianza Cambiemos, para perseguir a los sectores más vulnerables. Metodología que preanuncia María Eugenia Vidal para su aplicación en la provincia de Buenos Aires, donde la historia ha demostrado que tanto a la Bonaerense como al Servicio Penitenciario poco le costaría adecuarse a esa conducción represiva.
“El caso de Lucas no es el primero y como viene la mano no parece ser el último, porque la Metropolitana es una policía que fue creada por unanimidad de las diferentes fuerzas políticas que componían la legislatura porque se proponía ser una fuerza de proximidad, y muy pronto, Macri desconoció esta policía conformada dentro de la doctrina de la seguridad ciudadana y lo nombra al »Fino» Palacios como su primer Jefe”, dijo Demián Konfino, integrante del Observatorio de Derechos Humanos de Buenos Aires, en dialogó con AgePeBA.
Un emblema de la Policía Metropolitana Jorge Alberto ‘Fino’ Palacios, está actualmente acusado de encubrimiento del atentando a la AMIA y afronta un juicio oral. Además, es un reconocido cultor de la dictadura, y estuvo también en las represiones del 19 y 20 de diciembre del 2001.
En ese marco, el abogado y militante social criticó el accionar policial porteño: “ese fue el modelo que Macri dispuso para su policía novedosa, teniendo realmente la oportunidad de hacer algo nuevo e instruyó al instituto pedagógico para que organice un cuerpo alejado de la sociedad, con un lenguaje diferente, siguiendo el modelo de lo que ya venían siendo las policías, no intentando algo nuevo”.
De esa forma, Konfino se refirió a la conformación de la fuerza represiva macrista y detalló que “sus principales jefes provinieron en un 70% de las policías federales y provinciales que habían comenzado a trabajar en la época de la dictadura”, y recordó que “el bautismo de fuego de la Metropolitana se hizo en el Indoamericano matando pobres; además, la equipó con neo picanas”.
Caso Lucas Cabello
El lunes pasado, en la calle Martín Rodríguez al 500 del barrio de La Boca, un agente de la Policía Metropolitana acribilló a balazos a Lucas Cabello de 20 años, luego de mantener una discusión cuando el joven volvía a su casa para almorzar junto a su mujer y su hija.
El coordinador del Observatorio de Derechos Humanos de la ciudad de Buenos Aires se refirió a las versiones que circularon al momento del ataque: “rápidamente comenzamos a escuchar diferente información proveniente de las fuentes policiales que quisieron enturbiar el caso de un claro gatillo fácil inventando que el agente había cumplido con su deber en un enfrentamiento”.
Los polémicos dichos de María Eugenia Vidal
Demián Konfino, se refirió a las declaraciones que realizó la gobernadora electa una vez conocida la noticia: “Vidal salió a decir que se trataba de un caso de violencia de género, en el cuál la policía había actuado en defensa de una mujer, y que en ese marco fue el incidente; pero eso era todo mentira, porque se montaron arriba de una causa legítima de la sociedad, para querer fraguar lo que fue ni más ni menos que un nuevo caso de gatillo fácil de parte de la Policía Metropolitana”.
En ese plano, el abogado señaló que “siempre las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires han encubierto a sus agentes y no han colaborado con la justicia brindando información”, y subrayó que “acá se tardó tres días en comunicar el nombre del agente que disparó”.
Asimismo, consideró como “irresponsable” de parte de María Eugenia Vidal “tratar de justificar esta actitud, y además, cuál es el ejemplo que le da al resto de la fuerza”, al tiempo que comparó que “con estos antecedentes de la Metropolitana, trasladado a la policía bonaerense, que tiene una dimensión muchísimo más grande, a los bonaerenses les espera una parada brava y tendremos que estar atentos como sociedad civil para que estos abusos sean los menos posibles”.
Desde el Observatorio de Derechos Humanos de la ciudad de Buenos Aires, coincidieron en afirmar que el objetivo de la Policía Metropolitana es “perseguir a los pobres”, y admitieron que la fuerza “no tiene una cobertura territorial que brinde seguridad a algún sector de la población, realmente es una policía que tiene sentido para tratar de brindarle a cierta cobertura mediática de que el macrismo se ha preocupado por la seguridad”.
“Lo cierto es que no tiene casos resonantes de descubrimientos de bandas de delincuentes o de haber actuado en situaciones realmente complejas sino todo lo contrario, son noticia por casos de arbitrariedad policial, gatillo fácil y represión, como ocurrió en el Borda, en la Villa 31, en el Teatro San Martín y en el Parque Indoamericano”, sostuvo Konfino.
Por último, el militante por los derechos humanos alertó que en un futuro “no sería extraño que lo refloten al »Fino» Palacios, porque es un hombre de mucha cercanía con Mauricio Macri y más si la gente le da el sumo poder de manejar la Provincia, la Ciudad y la Nación”, y exhortó a la sociedad a “reflexionar” para evitar que “esta lógica represiva, con una ideología excluyente y de un país para pocos tenga tanto poder junto y pueda animarse a ir a fondo con sus ideas”.