Por Ariel Spini / A medida que se acerca la fecha del balotaje, Mauricio Macri redobla los esfuerzos para ocultar a los integrantes de un posible gabinete. A pesar del operativo encubrimiento desplegado por la prensa hegemónica, en los últimos días trascendió que el candidato del orbe republicano y conservador piensa en Ariel Sigal, cercano a Alfonso Prat-Gay, para la re apertura de las relaciones carnales con el Fondo Monetario Internacional y los fondos buitres.
El hombre por el que Macri apuesta para secretario de Finanzas y a cargo de las negociaciones internacionales es un ex directivo del JP Morgan, uno de los cinco bancos más poderosos del mundo y rol central en el conflicto entre los fondos buitres y Argentina. También integró la el plantel el Deutsche Bank.
La designación de un economista estrechamente ligado al JP Morgan representaría un claro guiño al juez neoyorquino Thomas Griesa, a los capitales extranjeros de los grupos concentrados de poder y al FMI.
El JP Morgan, a través de diferentes mecanismos basados en legislación de la última dictadura cívica militar, como la Ley de Entidades Financieras de 1976, propició la fuga de capitales nacionales. Es decir, el banco se dedicó a prestar servicios financieros para llevar adelante las transferencias de recursos desde Argentina hacía el exterior y facilitar la salida de dólares eximidos de impuestos.
En la actualidad se estima que hay por lo menos 200 mil millones de dólares de argentinos en el exterior. De esa manera lo explicó el “arrepentido” Hernán Arbizu, ex banquero del JP Morgan, quien en 2013 desentrañó la trama de lavado y fuga de divisas encabezados por la banca internacional.
La propuesta de Sigal para ocupar la secretaría de Finanzas de la Nación, en caso de un gobierno macrista, “es una señal que quieren dar para encaminarse a un acuerdo con los Fondos Buitres”, manifestó a esta agencia el economista Ernesto Mattos. El integrante del colectivo de intelectuales y periodistas “Rodolfo”, consideró que “esta designación sería darle una señal de que se va a pagar como lo indica el juez Griesa, sin tener en cuenta las consecuencias económicas ni sociales que pueda tener para el país”.
Establecer este tipo de relaciones no solo significaría para el país acceder a las demandas económicas de la derecha estadounidense, sino que representaría un acercamiento pleno a la Alianza del Pacífico y una ruptura de vínculos con las potencias emergentes como China, Rusia y el Mercosur. Así lo aseguró Mattos, que subrayó que Sigal en Finanzas “es una clara señal de avanzar a un acuerdo de la Alianza del Pacífico”.
“La Alianza del Pacífico, promocionada por Estados Unidos, es la versión light de lo que era el ALCA, lo que se busca es unificar a las bolsas financieras y permitir la libre movilidad de capitales entre esas bolsas financieras, es justamente dejar librado la especulación financiera sin tener ningún tipo de raíz en la industria, ni en la economía real”, destacó.
En ese sentido, manifestó que “este tipo de Alianzas estarían beneficiando al capital más concentrado vinculado a la economía norteamericana, que entra en competencia con la economía China y Europea. Por eso la urgencia de Estados Unidos de tener un área de libre comercio en la región, para poder proveer su manufactura en un área libre. Esto es el esquema norteamericano para una clara hegemonía en lo comercial a nivel Mundial”.
Para Mattos, la propuesta de Sigal va de la mano con “acordar con los fondos buitres, constituir un área de libre comercio e implementar una devaluación de 9 a 16 pesos, que es lo que el macrismo llama unificación del tipo de cambio y tiene como objetivo impactar en los salarios, devaluarlos en un 50 por ciento”. A su vez, remarcó que el objetivo central del plan económico de Mauricio Macri y el PRO “es tener una mano de obra barata, como ya lo dijo Rocca de Techint y Pagani de Arcor”.
Por su parte, Iván Weigandi, economista e integrante del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda, coincidió con Mattos y señaló que una elección de Sigal en Finanzas “es una seña más de cómo ve el macrismo a la función pública, con una visión corporativa, incluyendo a empresarios”. “Es otro ejemplo del intercambio entre lo privado y lo público que se inauguró con la dictadura militar”, abundó.
En ese marco, sostuvo que “un representante con tanta cercanía a los fondos buitres como Sigal, es una definición política clara de cómo quieren empezar su gestión pública”. Asimismo, destacó que el PRO, como representantes de los grupos concentrados de poder, priorizan “volver a alinearse unilateralmente con Estados Unidos, eso implica acuerdos de libre comercio, lo cual va a ser un problema grave para el trabajo nacional y para los países de la región”. Además, Weigandi aseguró que el plan del equipo económico de Mauricio Macri “habla de volver a ser un país dependiente, lo cual va a contrarreloj de lo que pasa en el Mundo”.
La derecha conservadora argentina ya delineó sus planes y Macri optó por un personaje alineado completamente con los intereses de los grupos concentrados de poder que quieren volver a las relaciones carnales con Argentina; el capitalismo hegemónico sale a proveerse de recursos.